Comenzó a moverse de un lado
a otro, sintiendo una extraña pero a la vez conocida sensación, apretó los ojos
tratando de ignorarla pero ya estaba sintiendo su cara y cuerpo cada vez más
helados, así que sin más remedio abriendo sus ojos con cierta molestia logró
despertar finalmente, encontrándose con hermosas y pequeñas bolitas blancas
cayendo desde el cielo hasta llenar el suelo y dejarlo completamente de un
hermoso color blanco, él amaba cuando el suelo se veía de esa forma, le traía
agradables recuerdos a su mente, los que aún quedaban por ahí sueltos en su
cabeza, eran pocos pero aún quedaban algunos y la nieve hacía traerlos de
vuelta y sentirse de la misma manera en la que se sintió cuando era pequeño y
salía a hacer hombres de nieve junto a su mamá.
"Perfecta nieve" Pronunció
para sí mismo, lo cierto era que los días en que nevaba le agradaban mucho
gracias a los lindos recuerdos, también traían malos momentos a su cabeza
recordando que desde que estaba en la calle solo sin duda habían sido de los
peores momentos, ya que cuando era pequeño un día con nieve significaba
soportarlo como pudiese, no tenía un techo sólido en donde refugiarse por lo
que tenía que aguantarse todo el frío y solo esperar que la nieve cesara, esa
era su triste realidad.
Se sacudió la ropa
quitándose algunos copos que tenía pegados en su chaqueta y rio al mirar al
cielo, pensando en que realmente se veía hermoso, sin embargo, aquella sonrisa
se le borró de inmediato al recordar de que ya no estaba solo, ahora estaba
Jaejoong, y pensó en que seguramente él no debía estar acostumbrado a estos
días tan helados, así que girándose rápidamente lo encontró aun durmiendo,
tiritando con las cejas fruncidas, lo vio vestido solo con una chaqueta, así
que decidió ir a ayudarlo rápidamente, él no quería que el niño pasara todo por
lo que el había pasado. No sabía de dónde venía ni como había sido su vida
antes, pero aun así decidió en su interior que desde ahora, él se encargaría de
cuidarlo lo mejor que pudiera, después de todo le era difícil el cuidarse él
mismo.
Se paró de su lugar pero
antes de avanzar pudo reconocer al pequeño juguete, al osito que Jaejoong le
había prestado voluntariamente la noche anterior para que el pudiera dormir
mejor, y lo había conseguido, había logrado pasar una noche un poco más cómoda
gracias a él.
Su corazón se encogió al
volver a recordar aquel acto tan tierno de parte del niño, realmente era un
chico de buen corazón, tal y como él lo había presentido. Llegó hasta estar tan
cerca de él que podía deslumbrar como todo su cuerpo se movía
involuntariamente, temblando del frío. Sin pensarlo dos veces, pasó una de sus
manos por abajo de la nuca del chico y la otra por abajo de sus piernas
mientras lo levantaba cuidadosamente para que no se despertara. Lo dejó abajo de
unas cajas acomodadas para que formaran un semi "Techo", para así
cubrirlo de toda la nieve que iba cayendo, poniendo el osito de peluche atrás
de la cabeza del niño para que estuviera tan cómodo como él mismo lo había
estado la noche anterior, se alejó pensando en que podría hacer para alimentar
al niño hoy.
No podría robar, eso ya se
lo había dicho al niño, y él tampoco quería que Jaejoong comiera cosas robadas,
esas cosas de un origen indebido no se las volvería a dar, simplemente pensaba
que aquella vida no se la merecía, él se veía un niño de un muy buen corazón y
Yunho no se creía en el derecho de ensuciar tales sentimientos.
Miró por última vez al niño
que seguía durmiendo dulcemente mientras salía del callejón rápidamente
pensando en que tendría que conseguir aquella comida lo más rápido posible ya
que no podía dejar a Jaejoong sin comer, él mismo ignoraba su propia sensación
de hambre, si es que podía conseguir comida para ambos sería genial, pero si no
estaba dispuesto a dársela toda al chico.
Caminaba sin rumbo alguno,
solo pasando por tiendas enormes, había decidido ir a mendigar y ver si alguna
persona podía compadecerse de su estado y pudiera darle algo de comida. Se
acercó a una gran tienda, viendo como al momento de entrar el dueño comenzó a
mirarlo de una manera muy poco amable y él acostumbrado a aquella mirada que
había recibido años de su vida por parte de personas a las que no conocía
siguió caminando tratando de no ponerle atención.
"Señor, no tengo
dinero...." Pero no pudo terminar la oración antes de que el hombre en
frente de el frunciera fuertemente el ceño y lo mirara con una cara de
reprobación total.
"¡Ándate de aquí, antes
de que te eche a patadas!" Gritó sin si quiera escuchar lo que Yunho tenía
que pedir, aquel hombre de frío corazón solo miraba con asco y desprecio al
muchacho mal vestido que había entrado en su preciada tienda, quizás aquel
hombre creía que el muchacho le robaría o lo asaltaría, así que decidido siguió
gritándole y ofendiéndolo sin escuchar los verdaderos motivos.
Era una de las pocas veces
en que Yunho se sentía tan avergonzado de su aspecto, nunca le había importado
lo que la gente creyera o pensara de él pues él tampoco se preocupaba de sí
mismo, pero ahora, quizás porque últimamente Jaejoong le había ayudado a
encontrar emociones nuevas en él, se encontraba más susceptible de lo normal y
aquel rechazo tan frío del dueño de la tienda y que todas las personas que
escucharon tal frío monologo por parte del hombre mayor estuvieran mirándolo con asco, le había
dolido.
Salió de la tienda cabizbajo
pero sin rendirse aún, con el pensamiento de que tendría que encontrar algo de
comer para el niño, siguió caminando y buscando alguna tienda en la que alguien
pudiese ayudarlo, pero como había sido en la mayor parte de su vida, nadie le
había ayudado.
Había preguntado consecutivamente pero en
todas partes le habían dicho lo mismo, y las palabras "¡sal de aquí, muchacho mugriento!"
"¡Qué asco, sal de mi local! “Llamaré a la policía si no sales ahora"
le habían hecho sentirse cada vez más miserable, pensó en que quizás este era
su castigo por haber estado robando por años.
Estaba sentado en su tan
querida plaza pensando en que haría, preguntándose por qué había decidido
cuidar a aquel niño si el mismo no era capaz de cuidarse solo. Comenzó a
sentirse muy frustrado, pero desechó esas frías preguntas, sabía que la
frustración de no poder encontrar alimento lo estaba haciendo pensar en cosas
malas.
Estaba sentado en el pasto
con las manos en la cabeza mirando directamente al suelo mientras sentía la
nieve caer en su cabeza y enfriarla de apoco o de un momento a otro dejo de
sentirla repentinamente.
Miró hacía arriba extrañado
pero esta vez no pudo ver su tan deseado cielo, si no que vio una especie de
plástico tapándole su campo visual, no entendía la situación hasta que mirando
al frente pudo ver una persona. Era un hombre que estaba mirándolo fijamente
mientras lo cubría de la nieve con un gran paraguas negro, el hombre sonrió y
Yunho pudo recordarlo de inmediato.
"¡Él novio de la
loca!" Pronunció sin pensar las palabras, refiriéndose a la mujer que la
vez pasada había querido llamar a la policía. Cerró la boca de inmediato
pensando en que había cometido un error, sin embargo el hombre en frente de él
le sonrió amablemente.
"Ese mismo. Me alegró
de que me recuerdes" Pronunció. Yunho no entendía porque estaba
hablándole, después de todo su novia había estado mirándolo aquel día con
completo asco y desprecio, pensaba que aquel hombre debía sentir lo mismo por
él.
"¿Qué es lo que
sucede?" Preguntó de inmediato, si el hombre le estaba hablando debía
haber algún motivo. Suspiró pensando en que quizás su novia lo había denunciado
a la policía o algo parecido, pero él sabía que no le había hecho nada malo,
aunque ella misma hubiese empezado con los insultos, él los soportó todos y ni
siquiera le había robado el celular que le había quitado, solo lo había tirado
en el suelo.
"Bueno...Recordarás lo
sucedido el otro día ¿Cierto?" Preguntó el hombre a lo que Yunho respondió
asintiendo, como olvidarlo si ese mismo día había conocido a Jaejoong
"Había estado viniendo estos días a este lugar para tratar de encontrarte
pero no te lograba ver, y hoy aunque
esté nevando quise venir de nuevo a probar suerte y bueno, te pude encontrar.
El asunto es que yo...te quería dar mis sinceras disculpas"
Yunho miró sorprendido al
escuchar las palabras del hombre ¿Disculpas?, no entendía por qué hablaba de
pedir perdón, después de todo a él no le importaba que lo insultaran y
ofendieran todo lo que quisieran, él sabía que todas esas palabras que las
demás personas le decían eran verdades, y con el paso del tiempo se había
escuchado a oírlas cada una de ellas.
"Eso...no es
necesario" dijo esto último parándose con la intención de huir de ese
lugar, una vez más le habían arrebatado su tan anhelada tranquilidad, pero
antes de que pudiera seguir avanzando y ser cubierto nuevamente por la nieve el
hombre lo tomó suavemente del brazo impidiéndole seguir con su caminata.
"Si lo es, ella te
menospreció y yo no lo pude evitar, eso me hace tan culpable a mi como a ella"
La verdad era que cada una de las palabras del hombre incomodaban cada vez más
a Yunho, por lo que cerrando los ojos mientras suspiraba, comenzó a seguir su
caminata, hasta que escuchó al otro pronunciar otras palabras "Entonces si
no aceptas mis disculpas.. ¿Hay algo que pueda hacer por ti?" Se detuvo no
por pensamientos codiciosos, al contrario en su mente había aparecido
automáticamente Jaejoong, el niño que le había prestado su osito para que
durmiera mejor, él quería retribuirle ese acto de amabilidad, y la oportunidad
que este hombre le estaba dando de conseguir comida limpiamente abrió una luz
en su tan oscuro interior. Se volteó mirando al otro con ojos abiertos, por lo
que el hombre pudo comprender que el muchacho había aceptado su oferta.
"¿Qué es lo que deseas?" Le preguntó mientras Yunho se volvía a
acercar a él.
"Comida" Expresó,
y en el mismo momento se percató del cambio de ánimo de la persona en frente de
él. Ahora, el hombre lo miraba con pena reflejada en ambos ojos, mientras estos
se le iban poniendo acuosos involuntariamente, estaba sintiendo una gran pena
por el muchacho que en vez de haberle pedido algún aparato electrónico, ropa o
alguna cosa para entretenerse, le había pedido comida, una cosa tan común para
él en su vida diaria era tan necesitada por un adolescente que no tenía hogar.
"Claro, lo que
pidas.... ¿Te parece que venga aquí todos los días y te la traiga?" Trató
de hablar lo más normal posible, sin que en su voz se notara la preocupación
que llegó a tener por Yunho, al fin y al cabo por lo que había visto del
muchacho pudo deslumbrar que no le gustaba que tuvieran lástima de él.
"¿Todos los días?"
Preguntó con sorpresa en su tono de voz él creía que la oferta sería por una
sola vez, no estaba en sus planes que el extraño le diera comida todos los
días, no pudiendo ocultar su 'emoción' asintió rápidamente, logrando que al hombre
de al frente se le acrecentarán aún más sus recientes sentimientos de empatía
"¡De acuerdo! Espérame aquí un momento, iré a la tienda de en frente y
traeré bocadillos enseguida" Le dijo sonriente y Yunho asintió.
Vio al hombre marchar hasta
la tienda y no pudo evitar sentirse satisfecho por dentro, y sintiéndose algo
extraño comenzó a pensar y pudo darse cuenta de que esta era la primera vez en
que alguien le ayudada de esta manera, tan desinteresadamente, no pensaba que
pudieran existir personas así aún en el mundo, pues el solo había conocido a
las frías, que nunca estaban dispuestas en ponerse en el lugar del otro y
ayudar.
Pensó en que su problema con
la comida para Jaejoong ya estaba resuelto y se sintió feliz, como muy pocas
veces. Al mirar al cielo pudo ver que cada vez caía menos nieve, y aunque le
gustara mucho, sabía que era mejor que no nevara, ya que el niño del peluche
podría pasar mucho frío. Al ver al hombre de vuelta, cruzando la calle con
varias bolsas en su mano una ansiedad lo controló. Se fue a alcanzar al hombre
corriendo y este le entregó las bolsas sonriendo. Dándole una pequeña
reverencia comenzó a correr rumbo al callejón agarrando fuertemente los
paquetes en su mano.
Al ir entrando en el
callejón algo llamó su atención de inmediato. Él había dejado al niño recostado
abajo de unas cajas para evitar que le cayera nieve encima, pero ahora él no se
encontraba ahí, su corazón se comenzó a agitar rápidamente, y soltando las bolsas,
dejándolas caer hacia el suelo comenzó a mirar en todas partes donde se
encontraba el chico, y tuvo un alivio profundo al encontrarse con su mirada,
estaba en el lugar que él solía dormir, con su osito, abrazándolo muy fuerte,
más fuerte de lo normal, casi al punto de que estuviera a punto de romperlo y
no se diera cuenta.
Se fijó bien, y pudo notar que el chico estaba tiritando
mientras lágrimas caían por sus ojos, una tristeza se instaló al verlo con esa
expresión tan triste. El niño parecía no darse cuenta de que Yunho había
llegado, solo seguía abrazando a su osita mientras seguía llorando.
Yunho se acercó aún más pero
el chico no le devolvía ninguna mirada, sin duda algo andaba mal y eso lo
preocupó aún más.
"Jaejoong... ¿Sucede
algo?" Preguntó, pero el muchacho seguía en la misma posición con la misma
expresión, así que mirándolo fijamente se hincó hasta estar a su misma altura
"Jaejoong, Jaejoong..." Comenzó a repetir mientras tomaba la cara del
otro entre sus manos, viendo como el niño parecía reaccionar y dar un pequeño
salto al darse cuenta de la presencia de Yunho.
Veía como el chico cerraba y
abría los ojos continuamente, mirándolo fijamente, no sabía qué hacer ni de qué
modo actuar, esta situación era tan extraña para él que llegaba a darle un poco
de miedo.
"¿Que ha
sucedido?" Volvió a preguntar, pero el chico solo comenzó a abrir la boca
lentamente mientras empezaba a llorar quejándose con unos ruidos lamentables.
Yunho se sorprendió al escuchar aquellos ruidos del otro, ya que era la primera
vez que escuchaba algún ruido de parte de él. Lo miró directamente pero aun sin
dejar de estar preocupado, después de todo aun no sabía porque estaba en ese
estado.
"N-No....t-te...
v-vayas....ot-tra....vez..."Pronunció entrecortadamente el niño con el
peluche agarrado firmemente en frente de él.
Las palabras pronunciadas habían sido dichas en un tono tan bajito notándose
que el chico no había hablado por un largo tiempo, pronunciadas tan suavemente que habría costado oírlas, pero
Yunho al estar tan cerca de él las pudo escuchar perfectamente.
"¡Has hablado!"
Gritó de emoción, pero no pudo alegrarse al ver que el otro aún seguía triste,
volvió a reproducir las palabras del niño en su mente y pudo comprenderlas
"No te vayas otra vez"
Había dicho y logró deducir que él niño se refería a que él había salido del
callejón por un momento, pensó en que quizás al chico no le gustaba la soledad
y al despertar y ver que él no se encontraba ahí habría pensado en que lo había
abandonado, se sintió culpable de inmediato al pensar lo que le había hecho
pasar a Jaejoong.
"Lo siento, solo fui a
conseguir comida" Pronunció, y pudo recordar que la vez pasada en la que
había ido a robar a una tienda, el chico lo había seguido, él no le había
tomado tanta importancia a ese asunto aunque no había entendido porque el chico
lo había seguido, ahora estaba totalmente claro, él tenía mucho miedo a
sentirse solo. Quiso preguntarle por qué tenía ese miedo, después de todo él se había quedado
solo desde los cinco años, pero se guardó todas sus preguntas pensando en que
ya habría otro momento adecuado para hacerlas por ahora había un asunto más
importante al cual prestarle atención.
"¿Puedes hablarme de
nuevo?" Preguntó viendo como el niño comenzaba a calmarse de apoco, pero
no volvió a escuchar alguna palabra por parte del otro, y lo comprendió
absolutamente, pensó en que después de
todo debe haber sido muy difícil para él
poder decir una frase así.
"Tienes una voz muy
bonita" Le dijo sinceramente, tratando de recordar repetitivamente cada
palabra expulsada por la boca del chico, era una voz suave, era mejor como se
la había imaginado.
El niño lo miró sorprendido
ante su comentario, pero Yunho solo le pudo sonreír para tratar de
tranquilizarlo y lo estaba consiguiendo ya que no seguían cayendo más lágrimas.
"Oh, he traído comida
deliciosa ¿Tienes hambre?" Pregunto sabiendo que era lo más probable, ya
que el chico no había comido desde ayer en la tarde.
Vio como asentía firmemente
"Eso es bueno, déjame traerla" Se paró a buscar las bolsas que
anteriormente había soltado del susto al ver como el niño no se encontraba en
el lugar en que lo había dejado, en ese momento había llegado a pensar que
alguien se lo podía a haber llevado, quizás alguien de malas intenciones o la
misma policía. El solo pensamiento lo hizo estremecerse, él no dejaría que se
llevaran a Jaejoong, lo protegería lo más que pudiese. Se sentó nuevamente en
frente del niño pasándole algunos bocadillos, ni siquiera le había echado un
vistazo a las cosas, pero daban muy bien con la ocasión, pensó en aquel hombre
que comenzaría a ayudarlo desde ahora y un sentimiento desconocido en el se
instaló, no sabía darle un nombre exacto, pero si pudiera, estaría
devolviéndole los favores como pudiese a aquel hombre tan bondadoso.
Se percató de que Jaejoong
aún no comía nada, mirando los bocadillos seriamente, sin expresión alguna. No
sabía a qué se debía su actitud pero pudo darse una idea próxima, quizás el
creía que nuevamente los había robado.
"Me los han dado, te
dije que no robaría nada, así que no tienes por qué preocuparte" Le dijo
suavemente y el niño como una prueba de confianza ante sus palabras comenzó a comer
rápidamente, devorando todo de inmediato demostrando cuanta hambre tenía.
Yunho
se encogió pensando en que tendría que racionar bien la comida para que
alcanzara para ambos hasta el otro día.
“¿Alguna vez me contarás,
que ha ocurrido en tu vida, Jaejoong?” Preguntó, sorprendiendo al niño y así
mismo ante tal frase, si bien tenía tantas preguntas llenas de mucha
curiosidad, esperando ansiosamente para decírselas al niño una por una, había
decidido no hacerlas. Pero esta se le había escapado involuntariamente.
Jaejoong dejó de comer por
un momento dejando a su osito de lado mientras miraba con ojos acuosos a Yunho.
“S-Sí” Pronunció el niño
casi inaudiblemente, pero Yunho escuchándole trató de no emocionarse para no
asustarlo y presionarlo demasiado, sonrió al ver el avance que estaban
teniendo, pensando en que quizás inconscientemente estaba ayudándole a
progresar.
NOTA: Hola! Desde ahora empezaré a actualizar los días jueves en vez de los viernes, así que les dejo el cap 3 n.n
Espero que les guste y comenten :D ,y gracias por sus comentarios anteriores
si que paso un susto jae al sentirse abandonado pero yunho jamas lo dejara de cuidar y proteger pero poco a poco lo entenderá jae y le tendrá mas confianza a yunho
ResponderEliminarque bueno que a salido una persona que cuide de ellos espero y esa persona los ayude a que tengan una mejor vida
GRACIAS por el capitulo
Se siente feo y ganas de llorar ante un niño quea no quiere robar, pero que desconfían de el insultando lo y corriendo, es desesperante y desesperanzador esta situación, afortunadamente apareció alguien piadoso en su vida que ojalá le brindé ayuda más que alimentos, un trabajo o algo parecido para que puedan salir de donde están y superarse.
ResponderEliminarGracias
quien sera ese hombre misterioso que ayudaria a Yunho y con que intenciones pero Yunho de pensar que su niño no pasaria hambre no le importo aceptar espero no sea un mal tipo gracias por compartir y espero hayas recibido un Feliz año espectacular
ResponderEliminarQur suerte ** aquel hombre novio d esa tipa lo esta ayudando. Me dio penita q jae llorara por despertar solo. Penso q yunho lo habia abandonado de seguro. Me sorprendio jae 0.0 habloooo ya esta progresando y todo gracias a yunnie. Muchas gracias por el cap y espero hayas pasado felices fiestas. Te leo el jueves: )
ResponderEliminaraww que hermoso gesto del chico el buscarlo para disculparse y ademas brindarle comida :O yunho a pesar de todo lo que ha sufrido esta dispuesto a cuidar de jae aunq no tenga mucho en su vida pero su sola compañía lo esta ayudando me dio pena cuando lo encontró llorando xq pensó que lo habia abandonado y me alegra q despues de todo se este abriendo a el y al menos le haya dicho algunas palabras esta hermoso el fic gracias x compartir ^^
ResponderEliminarLa situación de los dos es tan triste, espero que mejore pero que los separen....
ResponderEliminarAyyyyyyyyyy TT_TT me hizo llorar el solo imaginarme a jae llorando... pobre..~~ gracias a dios ese señor va ayudar a yunho por la comida.. ojala lo ayude y le de un techo no me gusta por todo lo q estan sufriendo. u.u
ResponderEliminareSTA Tan triSTe y HERmosO a la vez! Ya presentia que Joongie se hiba a espantar al despertar y no ver a Yunho....lo bueno fue que no se movio del lugar, sino hubiera sido imposible encontrarlo......
ResponderEliminarYa esta hablando, al menos una frase y un monosilabo pero es progreso......su melodiosa y angelical voz....como alguien pudo dañar a tan hermoso angel?
No se quien es la persona que esta ayudando a Yunho pero que bondadoso es.....ojala haya dejado a la vieja bruja de su novia.........espero que despues pueda ayudarlos mas.....un techo seria estupendo....con eso Yunnie podria trabajar.......ojala esa persona sea su angel......
Me da tanta tristeza que esten pasando mal, pero por suerte hay alguien que los ayuda, a mi tambien me da curiosidad saber que es de la vida de Jae
ResponderEliminarseguire leyendo
Pobre Jae, tanto habrá sufrido antes de encontra a Yun y por eso anda muy asustado y shockeado. Yun lo debe de ayudar a que Jae se vuelva más fuerte, menos mal que apareció esa persona que les dará comida. Esas personas que despreciaron a Yunho son tan viles, menos mal que no todos son así.
ResponderEliminarGracias por compartir.