sábado, 24 de enero de 2015

Forgotten children: Epílogo.

Caminaba por las calles sintiendo una pequeña brisa que inundaba a su cuerpo, tenía que llegar lo más rápido posible a  la tienda, Hamyeong le había dicho que de vuelta a casa pasara por un pastel para celebrar su cumpleaños, él había insistido en no festejarlo, después de todo nunca lo había celebrado, y en sus recuerdos había solo una imagen de felicidad de su cumpleaños, aquella vez que estaba con ese niño..
...el niño del peluche...

                                ...Jaejoong....

-¿Qué desea llevar, joven?- La voz del hombre mayor lo sacó de sus pensamientos, aun después de haber pasado un tiempo oyendo que se refirieran de esa forma a él, le resultaba extraño, después de todo años de su vida solo lo habían tratado como un pordiosero, ahora era cuando más se daba cuenta de que la gente era muy prejuiciosa, pues lo único que había cambiado en él era la ropa y su aspecto aseado.

Yunho siempre tenía el pensamiento en la cabeza de que aunque por fuera se veía como una persona normal, por dentro seguía con su misma personalidad, y no era que le molestara, pues él no quería ser como la gente que siempre lo había discriminado en sus días en la calle.

-Ese pastel por favor-  Señaló el pequeño pastel rosa, el mismo que hace meses atrás había robado para dárselo a Jaejoong. El hombre tomó el pastel con cuidado y lo envolvió en una cajita pequeña. Se lo entregó en la mano a Yunho y este lo recibió mientras entregaba el dinero para pagar el pastel.

Mientras salía de la tienda comenzaba a hacerse las cientos de preguntas que le azotaban fuertemente la cabeza todos los días, ninguna vez dejó de preguntarse cosas respecto al niño del peluche, sentía una necesidad de saber sobre él, pero sabía que no debía involucrarse con Jaejoong, aunque ahora ya no fuera un niño de la calle, Yunho creía que Jaejoong en estos meses debe de haber ido a algún tratamiento por la gran tragedia que había experimentado, y seguramente si el volvía a aparecerse en su vida recordaría aún más esas feas cosas y le arruinaría aquel tratamiento.

Sentirse nostálgico y triste era algo de todos los días. Aunque Hamyeong siempre tuvo la mejor intención de ayudarlo aún no podía sentirse feliz, seguía sintiéndose solo, seguía sintiéndose vacío y culpable. Él solo había querido a dos personas en toda su vida; la primera persona era obviamente su mamá,  que lo había abandonado solamente a sus cortos cinco años. y la segunda persona que era Jaejoong....al cual, él había abandonado cuando más lo necesitaba, pero lo había hecho pensando que sería lo mejor ya que recibiría mucha ayuda y gente que lo quería mucho.

Se sorprendió así mismo viendo como había llegado a su tan conocido callejón, a su antigua casa que lo había visto pasar toda su historia con el niño. Entró sin  pensarlo dos veces, sintiéndose cada vez más nostálgico cuando tuvo que frenar al sentir algo en su pie que no dejaba que siguiera su camino, cuando bajó la cabeza para ver que dificultaba su camino la reacción involuntaria fue inmediata, sus ojos se humedecieron sin impedirlo.

“No puede ser....” Pronunció, con el poco aire que le quedaban en sus pulmones por el gran impacto emocional. Dejó el pastel en el suelo para recoger a ese pequeño recuerdo entre sus manos, estaba completamente sucio y dañado, tenía partes rotas y ni siquiera se notaba su color, ya que estaba cubierto de polvo. No podía creer que después de cinco meses aun estuviera en el mismo lugar ¿Jaejoong no se lo había llevado? Se preguntó así mismo y la idea lo entristeció de inmediato. ¿Cómo se iba a recuperar Jaejoong si no tenía a ese pequeño osito? Siendo que ese osito era todo para el pequeño. En ese mismo instante se dió cuenta de que algo andaba mal, si el niño no tenía a su osito no podría estar bien, siempre que tenía un cambio de emoción brusco abrazaba a su osito para buscar conforte, pero si el peluche no estaba junto a él ¿Cómo se confortaba ahora? La sola pregunta lo hizo sentirse mal de inmediato, y reprendiéndose así mismo por no venir antes a este lugar comenzó a correr velozmente, él le entregaría su peluche a Jaejoong y comprobaría que esté bien

No recordaba a la perfección todo el camino pero después de preguntar a varias personas por la dirección supo que había llegado a la casa correcta cuando estaba parado en frente de ella. Tocó el timbre y una voz desconocida para sus oídos lo recibió

“¿Diga?”  Preguntó, la persona desde el altavoz, hizo memoria pero sabía que esa no era la voz de la tía de Jaejoong, aún la recordaba bien.

“Necesito hablar con Jaejoong”  No sabía si lo recibirían así de fácil pero igual lo intentó.

“¿Mm? Está usted equivocado, aquí no vive ningún Jaejoong.”  Confusión fue lo que entró en su cabeza, pues sabía que esta era la casa correcta.

“Soy amigo de él, de Kim Jaejoong”  Repitió, pensando en que si decía que eran amigos quizás la señora le diría que el niño si se encontraba adentro.

“Le repito que aquí no hay ningún Jaej...¡Espere! ¿Dijo Kim? La antigua familia que vivía aquí se apellidaba Kim, creo que era una mujer y un adolescente. Pero ya se mudaron hace unos meses”  Contestó y Yunho pudo sentirse destruido en aquel instante ¿Qué haría ahora?, realmente necesitaba ver al niño, desde que se le había metido en la cabeza de que se encontraría con él las ansias que había tenido de verlo durante todos estos meses se incrementaron grandemente, pero ahora que no sabía su paradero ¿Cómo podría hacerlo?.

“¿Usted sabe dónde viven ahora?” Intentó, aunque le dijera que ahora vivían en el continente más lejano, él se las arreglaría de alguna forma e iría a buscarlo, solo necesitaba saber dónde ir.

“No, lo siento pero no pregunté”  Dijo la señora.

“De acuerdo, gracias” Contestó Yunho sintiendo como su esperanza se iba derrumbando a pasos gigantes. Ahora nunca podría entregarle el osito a Jaejoong....ahora nunca podría disculparse por haberse ido....Porque sí, ahora sumándole peso a la culpa que sentía por la tragedia de sus padres, vivía con la culpa de haber dejado al niño.

Despidiéndose de la señora del altavoz comenzó su regreso, tendría que aceptar seguir viviendo con aquella nostalgia en su corazón, porque sabía que nunca olvidaría al niño y también tenía sumamente claro que él tampoco estaba dispuesto a querer olvidarlo.

No había dejado de caminar por dos largas horas, Jaejoong había estado ocupando su cabeza, pensando en cómo hubiera sido contarle al niño que ese hombre que antes les regalaba comida, lo había acogido en su hogar brindándole todas las cosas necesarias que podía necesitar para vivir, Hamyeong lo trataba como si fuera su propio hijo, y Yunho estaba totalmente agradecido por eso, aunque él no pudiera quererlo de la manera que se podía querer a un padre le guardaba mucho respeto en su corazón.

Su larga caminata lo hizo volver a aquel lugar, quería ver si funcionaba como en el pasado. 

Quería comprobar que la antigua plaza a la que solía frecuentar mientras se recostaba en las bancas a mirar las nubes lo tranquilizaría como antes, necesitaba un poco de paz antes de volver a "su" hogar, que de seguro HaMyeong lo estaría esperando para celebrar su cumpleaños.

"Que importa un cumpleaños" Susurró para sí mismo, aún no tenía interés en su cumpleaños y reconocía que le molestaba un poco cuando otros le daban mucha importancia.

Dio unos pasos más, quería llegar a la misma banca en la que siempre se recostaba, pero se detuvo al ver unos pies en el extremo, había alguien que estaba recostado mirando al cielo. Desde el ángulo en el que se encontraba Yunho no podía verle la cara a aquella persona pero dedujo que era un hombre por las zapatillas que el otro estaba usando. Pensó un momento en que hacer, pero resolvió su duda interna rápidamente, él esperaría lo que debiese esperar por esa banca, después de todo, él siempre se había recostado en ella, no sería lo mismo hacerlo en otra.

"Qué infantil..."  Dijo regañando su propio comportamiento, se sentó en la banca de enfrente esperando que el chico se fuera, pero aunque pasaban los minutos veía como el otro ni siquiera se movía un poco. Al mirar la figura del otro, vio que se veía como un joven de contextura delgada, quizás si lo iba a echar de la banca el saldría ganando...Pero desechó su inútil idea al ver como el muchacho que estaba recostado en frente de él levantaba su mano lentamente hacia arriba, como si quisiera tocar el cielo. Yunho tragó saliva fuertemente al ver tal acto el cual él estaba acostumbrado a hacer, pensó en que quizás había otra persona a la que le relajaba mirar el cielo aparte de él y de ...Jaejoong.

Ya cada vez se hacía más oscuro y Yunho se sentía cada vez más miserable, ni siquiera podría hacer esto que tanto anhelaba, estaba dispuesto a pararse y volver cuando el muchacho comenzó a moverse, Yunho se quedó quieto en su lugar observando como el chico por fin  se iría y lo dejaría ocupar la banca. Miró el osito de peluche en su mano y sonrío.

Vio como el muchacho de enfrente aún estaba sentado en la banca de enfrente con las manos en su cara, Yunho tuvo la sensación de que quizás estaba llorando ya que se veía muy afligido, al parecer la banca no le había relajado como él pensaba. Escuchó como el muchacho comenzaba a toser fuertemente, ya era de tarde y estaba haciendo frío, y aunque Yunho llevaba su chaqueta puesta sintió lástima por el otro al verlo tan desabrigado. Se acercó al chico que aún tenía sus manos en su cara, y al estar más cerca pudo darse cuenta que si estaba correcta su suposición, ahora podía escuchar más fuerte el llanto del otro.

"Hola soy Yunho..." Comenzó a decir, no sabía realmente porqué estaba haciendo esto, pero nunca había sido del tipo de persona que le gustaba ver mal a los demás, aunque a en su vida no lo hubieran ayudado, a él le gustaba ayudar a los demás, quizás ese había sido su gran defecto en la vida, quizás por eso se había encariñado tanto con Jaejoong "Toma, veo que no has traído tu abrigo, puedes usar el mío yo no vivo tan lejos de acá" Le dijo amablemente esperando que el otro lo aceptara, pero pudo notar como el otro se iba quedando cada vez más quieto sin responder, era como si estuviera sumergiéndose en su propio mundo "¿Estás bien?"

"¿Y-Y....unh-ho...?" y ahora fue su turno para quedarse totalmente inmóvil, quizás se sentía demasiado triste, quizás lo extrañaba mucho, o realmente se estaba volviendo loco, pero en ese momento podía asegurar que esa voz era la misma voz que había escuchado hace un tiempo atrás.

La voz de Jaejoong.

Sin siquiera pensar que lo más probable era que hubiese escuchado mal, tomó ambas manos del otro destapándole la cara con muy poca suavidad, y su corazón se paralizó cuando vio por fin esa cara tan blanca y pequeña a la que había deseado tanto ver, era el niño del peluche. Sentía sus piernas cada vez más débiles así que rápidamente se sentó a un lado de la banca, sin dudas era su Jaejoong.

"Jaejoong...Jae...joong....eres tú ¡Jaejoong! "Gritó y el otro sonrió con ojos llorosos, pero no parecía emocionado o enojado en absoluto por lo que Yunho supo que algo andaba mal, trató de controlar toda su alegría por tener al niño al frente suyo para poder hablar con él 

"Jaejoong soy yo" Le dijo con voz temblorosa, tenía tantas ganas de abrazarlo.

"Lo sé...Todos los días… Eres tú..Yunho" Contestó cerrando sus ojos fuertemente, quería dejar de oír la voz del "supuesto Yunho" que sabía que no era real, Jaejoong no quería ilusionarse como ya lo había hecho todos los días en los que siempre se le aparecía Yunho en sus sueños o fuera de estos.

Yunho quedó muy confundido ante las palabras del otro, era como si el chico aún no lo reconociera, vio como Jaejoong seguía con ambos ojos cerrados fuertemente mientras su respiración comenzaba a hacerse más agitada.

"¿Qué sucede?" Preguntó al ver el repentino cambio que estaba teniendo el niño, con sus puños apretados y la cara le comenzaba a transpirar más de lo normal.

"La al-lucinación... m-más larga que.... he tenido ¿ aún n-no te vas Y-Yunho?" Y dio un gran suspiro, entendiendo la situación ...Jaejoong ¿Creía que él era una alucinación?.

Sin pensarlo más tiempo, tomó suavemente la mano del niño y se acercó a él bajando la cabeza hasta estar tan cerca del otro que sus labios se tocaron, Yunho estaba besando a Jaejoong que abrió los ojos totalmente sorprendido, dándose cuenta de que esto no lo podía hacer una alucinación.

"Y-Yunho..." Pronunció débilmente, recién asumiendo de que al fin, después de cinco meses, no era parte de su imaginación...él estaba viendo a Yunho, al real.

"¿Ves? ¿Me reconoces? soy Yunho"

No le gustaba escuchar llorar a Jaejoong, nunca le había gustado. pero esta vez, se sintió inmensamente feliz al oírlo, pues sabía que esta sería la última vez que lo escucharía llorar. Cuando el chico se estaba calmando de apoco, Yunho tomó finalmente su chaqueta y la colocó en los hombros del otro para que no sintiera frío.

"¿Cómo has estado?" Siempre se había sentido incómodo preguntándole cosas a Jaejoong ya que no sabía hasta qué punto llegar con el niño, pero Jaejoong negó con su cabeza demostrándole que no se preocupara.

"Yo he ido...siempre a callejón" Había notado desde hace un rato que la forma en la que estaba hablando el niño no era normal, era como si le costase decir algunas palabras, Yunho tuvo la idea de que quizás nuevamente había estado tiempo sin hablar pero no preguntó respecto al tema." Iba a...v-ver... si volvías....p-por mí" Dijo tímidamente al otro, Recordando cómo cada semana iba al callejón y se quedaba por todo el día levantando la cabeza esperanzadamente al escuchar alguna pisada pensando en que podría ser Yunho, que volvía para estar con él nuevamente, pero nunca llegaba y tenía que volver nuevamente a casa ya que su tía comenzaba a preocuparse fácilmente y le había dejado salir si volvía antes de que fuera muy tarde, pues aún tenía que seguir con su tratamiento.

"Lo siento...No podía volver, con tu tía nunca pasarías hambre como lo podías pasar conmigo" Le respondió lo más sincero que pudo, aquella vez, cuando dejó a Jaejoong fue la decisión más difícil por la que tuvo que haber pasado.

"Pref-ería..e-el hambre" Yunho bajó la cabeza entristecido, arrepintiéndose de su decisión tan egoísta ¿Por qué no lo habló antes con Jaejoong? Quizás había alguna otra salida...pero pensar en eso ahora ya era muy tarde y Yunho lo sabía, no podía sentirse  más que culpable.”N-No te preocupes....N-Nunca h-he tenido en-nojo h-hacia tí" Le dijo amablemente el niño, con aquella mirada tan característica que tenía dejando a Yunho sin habla por unos momentos.

"Toma, lo he traído para ti" puso el osito de peluche en las manos del otro, viendo como su expresión cambiaba a una de felicidad absoluta, Yunho sabía cuánto significaba ese osito para Jaejoong y al ver como el otro lo abrazaba fuertemente supo que lo había extrañado mucho.

"N-No lo recogí del callej-jon....p-para que supieras....q-que t-te estaba b-buscando" Dijo el niño y Yunho se sintió completamente estúpido al no haberse dado cuenta de tal señal. Aun sabiendo que Jaejoong no podía estar sin ese pequeño osito no se le había ocurrido que el niño lo había dejado en el mismo lugar para que él se diera cuenta de que aún lo recordaba. Sonrió felizmente al ver como el niño seguía abrazando tiernamente al peluche, y en ese momento se dió cuenta de que Jaejoong lo había hecho sonreír por segunda en vez en un cumpleaños. Era como si el chico tuviera una especie de don que lo hacía sentirse feliz sin si quiera poner esfuerzo

"Gracias, Jaejoong" Pronunció desde su interior.

"¿Gracias..P-Por q-qué?"

"Por hacerme sonreír"  Jaejoong le devolvió la sonrisa dejando su osito en la banca mientras estiraba sus brazos para abrazar a Yunho.

Gracias Jaejoong,

                    por hacer que ya no me sienta como un niño olvidado.


FIN.


NOTA: Hola primero...disculpas por no subir el epílogo el día jueves, no tenía internetToT es primera y última vez que no se actualiza en la fecha dicha :c
Y...Espero que les guste el epílogo...Gracias por sus comentarios =D! 
Ojala nos sigan con los fanfics que vienen^o^

jueves, 15 de enero de 2015

Forgotten Children: Capítulo final.

Corría rápidamente mientras tenía su respiración sumamente acelerada y aún así seguía  sin preocuparse de su toz tan molesta que lo atacaba fuertemente, y el gran dolor de cabeza por el que estaba pasando que casi lo hacía caerse poniendo sus pasos cada vez más temblorosos, no le importaba eso, solo quería llegar lo más pronto posible al callejón con Jaejoong, había salido por toda la noche y se le había pasado el tiempo, ya era de mañana y no quería llegar después de que el niño despertara ya que sabía que al chico no le gustaba quedarse solo y podía asustarse si al abrir los ojos no lo veía ahí junto a él.

Respirando cada vez más pesado sentía un nudo apoderarse de su garganta y apretarla como si esta se fuera a hacer pedazos, pero aun así soporto aquello y miró hacia arriba tratando de calmar sus emociones, no quería que el niño lo viera llorar, no quería que descubriera cuan triste se sentía en aquel momento...

Cuando llegó, vio como Jaejoong estaba despierto y comenzaba a mirar a todos lados, se alegró de no llegar demasiado tarde.

"Yunho ¿Habías..salido?" Aun no lograba no emocionarse cada vez que el niño hablaba, adoraba su voz y cerró los ojos tratando de recordar esa voz en su cabeza, sin dudas siempre recordaría esa linda voz,
siempre...

"Si, solo fuí a dar una vuelt.." No pudo terminar la oración ya que un repentino mareo lo azotó fuertemente, se tambaleó hacía un lado peligrosamente y bajo la cabeza a la atenta mirada que el chico le estaba dando.

"¿Te pasa algo?" Preguntó con sus grandes ojos demostrando preocupación., se acercó a Yunho lentamente tomando a su osito de una mano mientras que con la otra acercaba sus dedos suavemente hasta la frente de Yunho, que estaba tratando con todas sus fuerzas mostrar un semblante normal y sin problemas "...Estás e-enfermo.." Susurró bajito con un tono de voz notablemente más acelerado.

"No pongas atención, estoy acostumbrado a esto, se pasará en un momento" Trató de decirlo con su voz más estable, pero el fuerte dolor de cabeza por el que estaba pasando hacía que el labio le temblara y le demostrara al otro lo mal que se encontraba en ese momento.

Para su sorpresa el niño se acercó aún más y tomó su mano, con el simple toque su corazón dio un enorme vuelco, acelerándose rápidamente y haciéndolo sentirse aún más enfermo de lo que estaba. El muchacho lo comenzó a llevar caminando hasta la "Cama" hecha de cartones que era suya. Le indicó que se recostara y él obedientemente accedió. Solo se quedaba observando como el niño delante de él se recostaba a su lado sobándole la cabeza, mientras le entregaba su pequeño peluche para que apoyara la cabeza en el.

"Todo estará bien" Decía Jaejoong mientras repetía la acción de masajearle suevamente. Se sorprendió al escuchar como el muchacho comenzaba a tararear una melodía dulcemente, cerró sus ojos oyendo aquel tono tan suave, tan tierno que de un momento a otro ya no se sentía en aquel lugar, comenzando a recordar cosas de las que su cabeza había bloqueado...



"Solo espera mi niño" de un momento a otro se veía así mismo recostado en la cama junto  a su mamá, tenía unos cinco años y estaba llorando desconsoladamente mientras su mamá lo acurrucaba en su pecho tratando de calmarlo "No llores mi niño.." Le susurraba en su oído.

"Mami...mami..." Pronunciaba viendo  las lágrimas que su mamá también estaba entregando involuntariamente "No quiero que papá te haga llorar...mami..." sollozaba tristemente.

"Mi Yunho, no llores...Mami es fuerte, mami lo resistirá ¿Si?" Se secaba las lágrimas antes de que su pequeño pudiera verlas, no quería que él la viera en ese deplorable estado, ni siquiera podía estar de pie sola, y sentía su pecho arder cada vez más, no quería que su niño la recordara de esta manera.

"Tú eres un niño muy valiente ¿cierto?" Le preguntó al pequeño que aún seguía llorando entre sus brazos, el chico asintió fuertemente. "¡Muy bien! Entonc-ces... no debes llorar por mí ¿de acuerdo? Si tu lloras, me pondré triste, si tu ríes, yo seré la persona más feliz" Dijo con un hilo de voz, cada vez se le hacía más difícil respirar.

"¿Entonces...tengo que sonreír?" Dijo agudamente.
"
Sí cariño, tienes que sonreír para mi" A medida que iba mostrando sus dientes felizmente ante su madre, veía como en ella iban aumentando las lágrimas y no entendía el porqué, se suponía que mientras el sonriera su mamá estaría feliz, ¿Por qué comenzaba a llorar aún más?. Le iba a preguntar pero en el mismo momento en el que abrió su pequeña boca para hablar sintió un fuerte ruido proveniente del jardín delantero de su casa, ese ruido que indicaba que papá había llegado, que había llegado enojado.

"Es papá" Pronunció el pequeño que no pudo captar el temblor que empezaba a tener su madre.

"Sí...Yunho, toma" Le indico mientras le colocaba unos billetes en su mano " anda al parque de diversiones, sé que has querido ir desde hace tiempo" Al niño se le alegró la cara llena de emoción, por fin se podría subir a aquellos juegos que siempre veía cuando pasaba enfrente del parque.

"Iré a avisarle a papá, así podremos ir los tres" Sugirió inocentemente, ella no sabía cómo explicarle a su pequeño hijo las cosas, pero sabía que si no se apuraba su hijo pagaría las consecuencias de hoy, porque hoy era el día en que no se quedaría callada, hoy no se dejaría golpear como todos los días.

"No mi niño, anda solo ¿Sí? otro día iremos todos nosotros"

"¿Lo prometes, mami?"

"L-Lo...p-prometo" Dijo, aun sabiendo perfectamente que esa promesa jamás sería cumplida, se sintió mal al mentirle a su hijo, pero era sumamente necesario hacerlo, ya no tenía más tiempo "De prisa, yo le avisaré a tu padre..." Apuró al niño que con el dinero en la mano salió rápidamente de la casa.

"Otro día vendré con mami, si si" iba tarareando su canción inventada mientras caminaba cerca de su casa y la miraba por última vez pensando en que hubiera sido más divertido ir con su mama....





"¡Mamá!" Gritó con los ojos cerrados tan fuertemente que Jaejoong creía que en cualquier momento se reventarían, miraba sin saber que hacer como Yunho gritaba de aquella forma tan desgarradora en su sueño. No sabía que era lo que podía hacer para detener aquel sufrimiento obvio por el cual estaba pasando el otro.

"Yunho....por favor despierta" Le susurraba, pero el otro seguía llamando a su mamá en sueños mientras lágrimas ácidas caían de su rostro, el chico estaba comenzando a desesperarse.  "Yunho..." Susurraba mientras se daba cuenta que el mismo estaba comenzando a llorar "por favor....Yunho... no llores...." Posó sus dos brazos por el cuerpo del otro, abrazándolo fuertemente, aunque no sabía cómo actuar, pensó que quizás un abrazo lo calmaría, y abrió los ojos felizmente cuando se dio cuenta de que estaba funcionando, porque Yunho ya no estaba gritando, aunque aún seguía llorando.

"Soy Jaejoong..." Yunho abrió los ojos pesadamente al escuchar aquella voz, no comprendía absolutamente nada, la cabeza le dolía tanto que sentía que se le reventaría en cualquier momento, encontró sumamente raro que aún le siguiera doliendo, él siempre se recuperaba rápidamente.

Miró al chico en frente de él que lo sostenía fuertemente, y pudo notar que estaba llorando, solo  al ver las lágrimas del otro reaccionó velozmente volviendo a la realidad.

"¿Que sucede Jaejoong? ¿Por qué estás llorando?" Apretó al chico, siendo ahora él quién lo abrazaba.

"Est-tabas gritando...llorabas" Yunho lo escuchaba atentamente pero no podía entenderlo del todo, hasta que su cerebro le recordó que hace unos momentos estaba durmiendo, debía haber gritado por aquel sueño que había tenido, aquel sueño que era un recuerdo de su infancia que había borrado hace años, y que ahora volvía a meterse en su cabeza, volviendo a hacerlo sentir aquella culpabilidad atormentadora.

"¿Puedo preguntar algo?" Dijo el chico tímidamente, quizás él no se sentía en la posición de hacerle preguntas a Yunho, pero había quedado preocupado después de presenciar aquella escena.

"Por supuesto que puedes"  Respondió recordando que Jaejoong le había contado 
ciertas cosas de su trauma, había dejado claro que había sido un incendio, y sintió la necesidad de retribuirle aquella confianza que el chico le había dado. Si tenía alguna duda él se la respondería de inmediato.

"¿P-Por qué llamabas a tu mamá?" Se notaba la inseguridad en su voz, Jaejoong aún creía que quizás estaba siendo muy atrevido al preguntar algo así, pero por el contrario y aunque fuera un tema muy difícil para hablar para él, Yunho estaba dispuesto a contarle.

"Yo...La extraño" Pronunció débilmente, no lo había dicho anteriormente por lo arrepentido que estaba, no se sentía con el derecho de extrañar a su mamá, pero decirlo ahora fue como liberar alguna fuerte carga de su corazón "Mamá murió cuando yo tenía cinco años" Comenzó a decir mientras veía la palidez apoderándose del rostro de Jaejoong, tomó el osito de peluche que el  niño le había pasado para que apoyara la cabeza y se lo devolvió, pensando en que sería mejor para el chico escuchar la historia mientras abrazaba a su osito, después de todo el peluche le entregaba una tranquilidad inexplicable.

"Mi padre  golpeaba a mi mamá" Se le formó un gran nudo mientras pronunciaba esas palabras, aquellas que nunca había transmitido a nadie, porque sí, contarte a alguien que su padre había acabado con la vida de su madre era aún un tema muy fuerte, aun así hayan pasado tantos años. "La golpeaba desde que tengo recuerdos. Mamá siempre estaba triste y con la cara llena de moretones, su cuerpo cada vez se hacía más frágil al punto de que no podía alzarme a mí mismo. Ese día...ese maldito día, ella sabía que esto pasaría..." Su voz se tornaba cada vez más dificultosa, recordando aquel mismo día " ...Cuando volví del parque de diversiones, vi como paramédicos se llevaban el cuerpo de mi mamá y de mi padre...Él....e-el la había matado" Escuchó el sorpresivo "Oh" que dejó escapar el niño enfrente de él, estaba tan sorprendido de la historia que le estaba contando yunho que ni siquiera tenía palabras para consolarlo. "Era muy pequeño, no entendía bien lo que sucedía en ese momento, cuando lo logré comprender todo a la perfección quería desaparecer de este mundo, quería terminar con mi vida...pero..." 
Lágrimas caían por los ojos del pequeño que tenía fuertemente apretado a su osito contra su pecho, mojándolo con aquellas gotas saladas "...Cuando me di cuenta de que yo también era el culpable, supe que no podía hacerlo" Declaró cerrando los ojos fuertemente.

"T-Tú no ...e-eres culpable" Susurró el niño tratando de tranquilizar el corazón del otro.

"Si lo soy, quizás si ese día no hubiera ido...mi padre no le hubiera hecho eso a ella...quizás yo hubiera muerto en su lugar, quizás yo....." Su voz se iba haciendo cada vez más inaudible, sus labios se apretaban mientras por fin, explotaba en un gran llanto al igual que lo estaba el chico.

"No sabias..." decía entre lágrimas, mientras Yunho contaba su historia, no pudo evitar el hecho de recordar la suya, y saber que él si había sido un verdadero culpable, no como Yunho que era un niño pequeño que no se daba cuenta de las cosas, él no era un pequeño cuando el incendio sucedió.

"Aun así, podría haber sido yo en su lugar..."

"Y-Yunho..." El chico soltó su peluche empapado de lágrimas, y se lo pasó a Yunho, pero este al ver el acto del otro, no se lo recibió. En cambio,  tomó del brazo de Jaejoong y lo jaló hacia él.

Vio el repentino susto en el cuerpo del más chico, y se arrepintió por haberlo jalado con fuerza, sin embargo, no lo soltó y lo apretó más fuerte, de alguna manera el chico siempre lograba calmar sus emociones. Sentía que el niño se iba relajando en el abrazo de a poco

Yunho no esperaba una respuesta por parte del niño, sabía que el chico tenía grandes problemas en relación al tacto con otras personas, pero se quedó totalmente atónito cuando sintió unas suaves manos posarse en su espalda, dándole a conocer que el niño a pesar de ser dificultoso estaba intentando consolarlo.
Su cabeza le palpitaba cada vez más fuerte, pensó que quizás ya se estaba acercando su hora, era demasiada suerte haber estado viviendo tanto años en estas condiciones, y salir ayer por toda la noche no había ayudado.




Caminó por tantos sectores hasta que pudo dar con la casa que habían mostrado en los noticieros. La casa de la tía de Jaejoong, no había sido fácil tomar esa decisión pero sabía que si se lo comentaba al niño, quizás este no se quisiera marchar junto  a sus familiares, él niño del peluche seguía sintiéndose como el culpable del trágico accidente con el que había terminado con la vida de sus padres, realmente tenían mucho en común con Yunho.

Cuando llegó a la casa pidió hablar con la señora, al principio, como siempre había aguantado. Tuvo que soportar muchas miradas de desprecio, y el podía comprenderlas todas, después de todo el sólo se veía como un simple niño de la calle.

"¿Qué es lo que buscas?" Había preguntado la señora cuando salió a atender a Yunho. Lo miró de pies a cabeza y puso darse cuenta de que no era nadie que conociese, cuando vio al pequeño en su puerta no pudo evitar recordar a su sobrino Jaejoong que aún andaba desaparecido y unas tremendas ganas de ayudar al chico la azotaron fuertemente.

"Vengo a decirle algo. He encontrado a su sobrino. Jaejoong, está conmigo" Escuchó cada una de las palabras pero no las asimiló de inmediato, tardó alrededor de dos minutos para abrir sus grandes ojos y mirar directo a Yunho ¿Él sabía dónde estaba su sobrino?

"¿Qué? ¡¿Has dicho Jaejoong?!¿Dónde, dónde?!" Una ola de alivio se extendió fuertemente por todo su cuerpo al comprender cien por ciento la situación, Jaejoong estaba vivo. Era una alegría inmensa, ya que después de que el niño se había perdido, los policías habían pasado por un ardua búsqueda, en la que había sido todo inútil y le habían dicho, que sería mejor no tener ilusiones en que el chico podía ser un sobreviviente. Por supuesto, ella no había querido escuchar aquellas palabras y totalmente furiosa les ordenó a  seguir buscando hasta que lo encontraran. Había pasado días, semanas con la incertidumbre comiéndose su corazón. A su cruel destino no le bastó con llevarse a su hermana en un incendió, también se llevó a su querido sobrino Jaejoong, pero que ahora llegará un chico que al parecer vivía en la calle no era muy confiable. Aun así, no estaba pensando con la cabeza, si no el corazón era el que dominaba todo su ser y comenzó a escuchar las palabras que el chico le venía a decir.

Cuando Yunho vio la emoción de la señora al contarle que Jaejoong estaba vivo y por todo lo que últimamente había pasado, comprendió que había llegado al lugar correcto, a pesar de sentirse bien pensando en que el niño del peluche podría a vivir decentemente, con una familia que lo quisiera, no pudo evitar sentirse sumamente deprimido, venir a aquí era lo mismo que despedirse de Jaejoong, porque ya nunca más se podrían ver.

"Lo iré a buscar de inmediato. Dime ¿Qué puedo darte a cambio por los cuidados que le has propinado?" Preguntó, y Yunho pensó en que si había alguna cosa que quisiera, en una situación como esta, donde se veía que la señora poseía mucho dinero y bienes, podría haberse aprovechado de la mejor manera, quizás dinero o alguna cosa de lujo. Pero en lo único que pudo pensar en ese momento fue en la cara de Jaejoong y que nunca más lo volvería a ver.

"Sólo deme un día más para poder despedirme de él. Le daré la dirección, puedo ir a buscarlo mañana, solo le pido que me deje despedirme hoy" Dijo casi suplicando, a estas alturas solo pedía tiempo, un poco más de tiempo para estar con la personita que había logrado cuidar como si fuera el mismo. Vio como la tía de Jaejoong suavizaba su rostro y sonreía a muchacho, confirmándole su petición. Yunho no pudo susurrar más que un   " Gracias".



"Jaejoong" Pronunció despertando de su recuerdo de la noche pasada, era ahora la parte más difícil, como se separaría de alguien que había logrado incrustarse dentro de su corazón, como volvería a tapar esos sentimientos que el chico del peluche logró sacarlos desde lo más profundo de su ser, como volvería a ser el Yunho antiguo, el que solo vivía en su dolor, el que solo tenía que vivir por él, como viviría sin tener que proteger al tímido Jaejoong. Pensó en que era muy pronto para separarse, él habría querido ayudar al niño a superar cada uno de sus miedos y traumas...Ahora solo lo dejaría solo.

"¿Mm?" Preguntó el niño al ver la triste expresión de su compañero. Yunho, pensó en llevarse al chico con él, antes de que viniera su tía a buscarlo, pero sabía que Jaejoong podía ser algo más que un niño al que nadie quisiera, él era tan bueno que necesitaba a personas que lo ayudaran, a especialistas. Quizás el chico lo olvidaría y podría superar su trauma con su familia a su lado. Yunho no tenía que ofrecerle, no podía depender del caballero que le regalaba comida por lástima, tarde o temprano tendría que volver a robar y Jaejoong no se merecía eso.

Como si el mundo es mundo estuviera en su contra, comenzó a sentir unos ruidos, ese mismo ruido que había sentido a sus cinco años cuando volvía del parque de diversiones, el ruido que en ese entonces lo había alegrado en montón, escucharlo ahora era como una verdadera tortura, se le venían imágenes a la cabeza que no quería ver. Jaejoong comenzó a preocuparse de inmediato.

"¿Yunho? ¿Qué sucede?..¿.Estás triste?" Le preguntó acercándose a él despacito, 
"¿Yun..ho?" Cuando la voz del niño entró en su cabeza, pudo controlarse así mismo y pensar que ese ruido que cada vez sonaba más fuerte se iba a llevar al niño de su lado, tendría que apurarse o no alcanzaría a despedirse correctamente "Creo que se acerca una ambulancia" Pronunció el niño.

"Jaejoong ¿Puedo abrazarte?" Preguntó, el niño se estremeció de inmediato "Será el último que te pediré ¿sí?" Quizás era su imaginación, o simplemente un mal presentimiento, pero esa última frase por Yunho la sintió como si él lo dijese en serio 

"¿Puedo?" Yunho lo miraba con una mirada suplicante y muy triste, que el niño asintió dudoso, intuía que algo le estaba pasando. Lo cogió entre sus brazos mientras hacia el abrazo más estrecho.

"¿Por que.... est-tás llorando..?" No se había dado cuenta de las lágrimas del otro hasta que sintió mojado su hombro, cuando quiso apartarse del abrazo Yunho no lo dejó y con su voz totalmente temblorosa y quebrada comenzó a hablar, aunque le costara demasiado.

"Has sido la única persona que me ha ayudado Jaejoong, Eres el único que no le ha importado mi apariencia...."Su voz se cortaba en cada minuto, era realmente difícil despedirse de alguien, se sintió culpable por molestarse en algunos momentos con su madre solo por no haberle dicho un adiós. Ahora entendía que su mamá no había tenido la oportunidad de hacerlo, y de haber sabido lo que pasaría un adiós habría sido lo más difícil de decir.  "Aunque yo sea la persona con menos valor que pueda existir, tu eres mi gran tesoro Jaejoong, y siempre te llevaré conmigo en mi cabeza y …en mi corazón" El niño empezaba a desesperarse en el abrazo al escuchar las palabras de Yunho, se apartó de él y lo miró fijamente a la cara con sus grandes ojos demostrando la preocupación que estaba teniendo.

"¿Por qué hablas c-como si fuera una despedida?" Preguntó sintiendo un temor tan grande, un miedo muy parecido en cuando vio que sus padres no salían de la casa que se estaba incendiando, ahora esta con ese mismo temor esperando por la respuesta del otro. Pero no pudo escucharla, porque en ese mismo instante el ruido de la ambulancia había dejado de sonar, estaba en frente de ellos, y las grandes luces de los autos los reflectaron a ambos haciéndoles cerrar los ojos de la incomodidad. Yunho supo que ya no quedaba más tiempo y cogió al osito de peluche del suelo entregándoselo a Jaejoong 

"¿Quiénes son ellos? ¿Porque están aquí? “Preguntó no queriendo reconocer la situación que ya era más que obvia.

"Sé feliz ¿Sí?" Tres palabras que hicieron estallar en llanto al pequeño "Sé... Feliz ¿Si?" era lo mismo que estarle diciendo “Sé feliz sin mí", la situación fue comprendida de inmediato cuando de una gran camioneta vio bajar a su tía, y el llanto se hizo aún más fuerte y doloroso, igual que aquella vez....después de aquella tragedia en que lloró tan fuerte que su garganta se había roto, y había tomado la decisión de no hablar más, después de todo ya no necesitaría escuchar su fea voz, no hasta que llegó su salvador Yunho, el mismo que ahora lo estaba planeando dejar.

"Yu-unho, n-no te vayas" Lo agarró del brazo, sintiendo la alta temperatura que este tenía, lo miró a la cara y pudo deslumbrar que estaba de un pálido increíble, casi amarillo. Se asustó al verlo en esas condiciones, pero Yunho le fue sacando la mano de su brazo lentamente.

"Prométeme una cosa ¿Sí? No te sientas culpable del incendio, no lo eres. Fue un accidente como el mío, si tu te sientes mal yo me sentiré mal" Dijo, avergonzado por estarle mintiendo, pues él nunca podría sentirse sin culpa, nunca podría decir "fue un accidente" Yunho volteó su cabeza hasta encontrar su mirada con la de la tía de Jaejoong y le asintió, dando a conocer que ya había terminado. Comenzó a caminar pasando por al lado del niño que tenía su osito de peluche en la mano, estaba tiritando de una forma preocupante pero Yunho tenía que ser más fuerte y poder dejarlo ir.

"Y-Yu-unh-ho..." Pronunció casi inentendible a los oídos de cualquiera, el niño veía caminar a Yunho, alejándose pero como si su cuerpo lo traicionara, no podía moverse un centímetro, quería correr y aferrarse al él, pero no podía. Comenzó a levantar el pie con mucho cuidado, todo su cuerpo temblaba como nunca, como si estuviera a un paso de la hipotermia, logró movilizarlos de a poco tenía que alcanzar a Yunho "Y-Yun....o" Comenzó a gritar, la tía se preocupó al ver como Jaejoong trataba de escapar en busca de Yunho.

"Vayan a buscarlo" Ordenó a los paramédicos, veía lo triste que se veía su sobrino en esas condiciones,  pero sabía que necesitaba un tratamiento lo antes posible. Los paramédicos también se conmovieron al ver la triste escena, el niño estaba llorando a mares desconsolado, pero cuando ellos lo tomaron en sus brazos no hizo ningún esfuerzo por zafarse, simplemente su cuerpo no daba para más.

Dejó caer su osito al suelo, viendo como el cuerpo de Yunho se iba haciendo cada vez más pequeño, otra vez lo dejaban solo, otra vez era abandonado por otra persona importante en su vida, otra vez...¿Alguien alguna vez se quedaría junto a él?.
Llegó a la ambulancia  mirando a su tía que la miraba con una cara de alegría excesiva, ella lo había extrañado mucho.

"¿Jaejoong?" El escuchó su nombre, sintiéndose adormecido, como si estuviera en un sueño "¿Sucede algo cariño?" Preguntó tiernamente su tía revisándole su cara. "Háblame, Jaejoong"

"..." Hizo amago de hablar, pero no salió absolutamente nada, lo intentó nuevamente y el resultado fue el mismo, no le importó el hecho de no haber podido escuchar su voz, solo se preocupó al no haber podido pronunciar esa palabra, quería volver a pronunciar aquel nombre, pero al parecer ya ni eso podría hacer, una lágrima volvió a caer de sus ojos, la lágrima más salada y gruesa que podía haberle salido, que sintió que en su recorrido le iba  quemando toda la cara






                         "Yunho", eso es lo que quería volver a pronunciar.


                                                             FIN.

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NOTA: ¡Hola! este es el fín de forgotten children. Muchas gracias a todas las personas que lo leyeron, su comentarios me sirvieron de mucho^^.....
El próximo jueves publicaré el eplílogo y como siempre espero sus comentarios del capitulo  de hoy..
gracias :)

jueves, 8 de enero de 2015

Forgotten Children: Capítulo cuatro.

Había estado mirando al niño por alrededor de unas dos horas seguidas, viendo su respiración bien acompasada seguida de sus cortos suspiros. Quería hacerle un millón de preguntas al muchacho al que tenía enfrente pero no se había atrevido a pronunciar palabra alguna, creía que si comenzaba a preguntarle ya, el niño se pondría muy nervioso y asustado y él no quería generar esos sentimientos de confusión en Jaejoong.

El chico no hacía más que mirar al cielo mientras tenía a su pequeño osito de peluche entre sus manos, era como si estuviera encerrado en su propio mundo e ignorara todo lo que no perteneciera a este. Al verlo tan profundamente tranquilo se le ocurrió una pequeña idea.

"Jaejoong ¿Te gustaría ir a dar una vuelta conmigo?" Le preguntó, y el chico al escuchar la voz de Yunho, se volteó de inmediato mirándolo sin expresión, pero asintió rápidamente como respuesta "¡Genial!, vamos ahora o después se hará muy tarde”. Se levantó al mismo tiempo que le tendía una mano al niño para ayudarlo a ponerse de pie y ambos comenzaron a caminar.

Aunque había silencio absoluto, no se encontraba incómodo para nada, después de todo, para él no hacía falta que Jaejoong hablara, la sola presencia del niño le agradaba en sí.
El silencio fue repentinamente interrumpido, por una no deseada toz que comenzó a tener Yunho, se comenzó a cubrir la boca para poder hacer que parara, pero era involuntariamente que seguía tosiendo bajo la preocupada mirada de Jaejoong.

"¿....e-estás....enferm-mo?" Preguntó de improviso el niño, y Yunho al escuchar su voz tan preocupada preguntándole por cómo se encontraba,  comenzó sentir que ese pequeño musculo en su interior empezaba a latir cada vez más fuerte y con mucho descontrol, mirando al niño completamente sonrojado por la continua toz, negó fuertemente con la cabeza.
"Es solo una repentina toz, no hay nada de qué preocuparse" Respondió, fingiendo ya estar mejor y tratando de no saltar en un pie por haber tenido nuevamente la felicidad de escuchar la voz del otro. Vio como el niño asentía mientras dejaba de apretar su osito, y ese acto le hizo sonreír, pues él sabía que Jaejoong apretaba fuertemente su osito cuando tenía un cambio repentino de ánimo, como avisando de que algo le preocupaba, se alegró internamente por ir conociendo cada vez más a Jaejoong.

Se detuvo haciendo que el otro también parara su camino al haberse dado cuenta de que ya estaban en el lugar tan ansiado por él, quería venir con Jaejoong y ver que le parecía el lugar a este. Suspiró mirando su adorada plaza y sonrió al ver que no había nadie en ella, después de todo en las calles seguía haciendo frío y la gente no le gustaba salir con ese clima, todo lo contrario a él que le encantaba el clima frío, y aunque ahora estaba sintiendo más frío del que sentía otras veces, olvido el pensamiento al recordar de que le había pasado una de sus chaquetas a Jaejoong para que no se enfermara. Vio como el niño lo miraba desconcertado pero maravillado al ver los lindos y grandes árboles a su al rededor.

"¿No es bonita?" Preguntó dándose cuenta que por la expresión del otro, le había gustado también la plaza "Siempre que estoy triste, muy cansado o estoy pasando por algún momento difícil, vengo para acá y ¿Sabes algo? es como una plaza mágica, realmente me relaja y hace que olvide todo" El niño en frente de él se quedó mirándolo con asombro en sus ojos, queriendo probar aquello que le estaba contando el mismo.

"¿E-Eso ...es....v-verdad?" Preguntó tímidamente, aun con su voz entrecortada acostumbrando de a poco a volver a hablar. Mientras se acercaba más a Yunho, esperando alguna respuesta que le agradara.

"¡Por supuesto! Supongo que estás pasando por un mal momento.... ¿También te gustaría intentarlo?" vio como Jaejoong asintió animosamente mientras le brillaban los ojos como nunca antes él había visto que le hubieran brillado, de hecho él nunca había visto que los ojos del niño brillaran, siempre los veía tristes y cansados, como si tuviera cada vez menos fuerza, así que mirándolo con un sentimiento removiendo su cuerpo, decidió que ayudaría a Jaejoong a superar lo que sea. Aunque el mismo no superara todo lo que le hubiera pasado en toda su vida, estaba dispuesto a ayudar al niño.

"Bien, entonces empezaremos...sígueme" Se dirigió rápidamente hacía donde su tan conocida banca y sentó al chico ahí. "Ahora tienes que recostarte de espalda" Le instruyó y el niño hizo inmediatamente lo que había escuchado. "Ahora tienes que cerrar los ojos, no pensar en nada malo, suspirar y abrirlos nuevamente mientras ves el cielo tranquilamente ¿De acuerdo?" El chico asintió y comenzó a hacer todo lo que se le había instruido paso por paso.

"Espero sinceramente que te olvides de todo lo malo, Jaejoong" Susurró, mientras veía al chico mirando al cielo perdidamente, ignorándolo hasta a él mismo, y sonrió al ver como estaba funcionando todo de buena manera, el chico tenía una mirada, como muy pocas veces si es que nunca, feliz. Estaba mirando como todas las nubes iban moviéndose tan lentamente que comenzaba a darle un poco de sueño pero se resistió y siguió contemplando aquel hermoso cielo.

Yunho no sintió como alguien se paraba al lado de él, pero al sentir un toque en su hombro, se volteó rápidamente y pudo ver al tan reconocido hombre que ahora lo ayudaba grandemente todos los días, no se sorprendió al verlo a él si no que su asombro era al captar que había olvidado que tenía que juntarse con el hombre para que  hoy, nuevamente le diera comida.

Se paró, mirándolo tranquilamente y al ver que Jaejoong concentrado en el cielo no se había percatado de la presencia de alguien más, hizo señas al hombre para que se fueran a hablar a un lugar un poco más apartado y así no interrumpir al niño de su tan merecida alucinación.

"¿Cómo estás?" Preguntó el otro.

“¿Usted ha estado bien?" Respondió con otra pregunta Yunho.

"Sí,....La persona de allá..." Dijo el hombre señalando con un dedo a Jaejoong que estaba recostado en la banca cercana, sumergido en sus pensamientos "... ¿Es algún pariente tuyo?" Preguntó realmente curioso.

"No, yo no tengo familia" Antes, responder que 'no tenía familia' era muy fuerte para él, siempre con las personas que estaba le preguntaban lo mismo y para él era muy difícil tocar ese tema, sus ojos se volvían llorosos cada vez que lo recordaba pero ahora, quizás al ya estar más acostumbrado podía decirlo, aunque algo dentro de él se sintiera pesado cada vez que lo pensaba, aun así ahora tuviera más edad, podía estar seguro de que todavía la herida no estaba sanada completamente.

"Oh, lo siento" Se disculpó el hombre sinceramente, deseando no haber preguntado eso y ahora, sabiendo que ese no era un tema por el cual debía hablar nuevamente. Estirando su brazo le tendió una bolsa con alimentos dentro, Yunho miró y sus ojos se agrandaron al ver la comida, recordando que Jaejoong ni él habían comido algo desde el día de ayer. Dio una reverencia al hombre delante de él.

"Realmente Grac...." Yunho no pudo terminar la oración ya que nuevamente un ataque de toz lo volvió a azotar, no podía ni siquiera pronunciar palabra por los fuertes movimientos que hacía su mandíbula.

"¿Te encuentras bien?, parece ser que te estás resfriando, con este clima.... ¿No tienes algún abrigo?" Yunho negó con la cabeza mientras el hombre juntaba el entrecejo con una expresión triste.

"Estoy bien, ya conozco todos estos fríos climas, estoy acostumbrado" Respondió "Gracias por la comida" Le dijo mientras volvía a hacer nuevamente una reverencia y comenzaba a caminar de vuelta a donde se encontraba Jaejoong que lo miraba con ojos curiosos mientras estaba sentado en la banca apretando su osito.
Yunho vio como el chico ya no estaba recostado por lo que ya tendría que haber terminado de su relajo, vio que el niño subía una ceja no entendiendo la situación y pensó que quizás le confundía verlo hablando con aquel hombre.

"Él es un hombre bueno...mira, me da todo esto" Le dijo mientras levantaba la bolsa mostrándole todos los alimentos en ella viendo como Jaejoong los miraba ansiosamente con  una cara que demostraba el hambre y las ganas de comerlos que tenía

 "¿Tienes hambre?" Le preguntó y el muchacho asintió de inmediato como respuesta. 

"¿Entonces...nos vamos?" Al preguntarle vio como el semblante del niño cambió tristemente, demostrando que el lugar  le había agradado y no quería marcharse.

"¿V-Volveremos?" Preguntó bajito el niño y Yunho sonrió.
"Por supuesto que sí, podremos venir las veces que tú quieras" Dijo, y cuando termino la frase su corazón se paralizó al observar algo que nunca había visto, Jaejoong le estaba sonriendo. No esta riéndose notoriamente, pero sus ojos y su boca se curvaron de una manera tan hermosa que creyó en su trance que talvez era un sueño, pero no, ahí estaba el chico en frente de él entregando su tímida sonrisa. Recordó que ya había "sentido" a Jaejoong reír pero esa vez no había podido observar su boca porque el muchacho se estaba tapando con su osito, en cambio esta vez podía verlo claramente.

Despertó de su burbuja al notar como el chico lo miraba confundido, pensó en que quizás lucía muy extraño en su propio mundo mientras se deleitaba con la sonrisa del otro, por lo que cerró los ojos y abriéndolos nuevamente, trató de calmarse internamente suspirando y volviendo a mirar al niño fingiendo tranquilidad.

Comenzaron a caminar mientras veían el sol ir desapareciendo lentamente, el niño iba adelante de Yunho mirando su osito mientras caminaba alegremente, parecía por primera vez, un chico totalmente normal, como si nada le hubiese pasado en sus vida, como si nunca hubiera experimentado alguna tragedia. Cuando sintió que Yunho no venía tan cercano a él se dio la vuelta mirándolo con extrañeza al ver como Yunho se había detenido al frente de una tienda mirando hacia dentro de esta.
"¿Yunho?" Cuando sintió esa voz llamarlo, se puso nervioso de inmediato

Oh si, de inmediato te alcanzo, no te preocupes" Dijo, tratando de aparentar alivio, algo que en ese momento era lo que menos sentía. Estaba arrepentido por haber venido por este camino y haberse detenido al ver esa cara tan conocida para él en la televisión. A través de aquella pantalla en la tienda de artículos de electrónica se veía a su tan querido Jaejoong en un noticiero. La noticia estaba actualizada ya que salía que era una transmisión en vivo, no podía creer lo que estaba viendo, no hasta que el periodista explicó todos los hechos.

"Así es, la policía ya lleva dos semanas de búsqueda intensa sobre él. Podría decirse que el joven desaparecido este totalmente calcinado, pero los bomberos han descartado totalmente esta opción ya que los cadáveres de ambos cuerpos en el incendio se encontraban ahí a la llegada de las autoridades, por lo que se puede predecir es que el niño haya salido del suceso gracias al susto del gran impacto"

De un momento a otro toda su felicidad se fue hasta el piso ¿Incendio? ¿Bomberos? ¿Cadáveres? Se estaba llenando de tan impactante información en tan poco tiempo que unas ganas de vomitar lo atacaron profundamente. No quería seguir oyendo, pero con una actitud masoquista y curiosa quiso seguir escuchando sabiendo que podría encontrarse con cosas que hubiera preferido nunca escuchar.

"Repetimos, el joven se llama Kim Jaejoong, las autoridades llevan dos semanas de ardua búsqueda, si usted lo ha visto, por favor contáctenos al número que sale en la pantalla, ese niño necesita atención médica urgente." Se tapó las orejas desesperándose. Pensó en el primer día en que se encontró a Jaejoong, su ropa se veía desgastada, estaba con mucha hambre, y tenía su mirada totalmente vacía y triste, que debe haber soportado tanto.

"Debe haber visto eso con sus propios ojos" Susurró, por un momento recordando que al él también le tocó vivir algo así en su corta edad, sabía por lo que había pasado el niño pero aun así no podía dejar de sentirse triste por él. Quería ir a abrazarlo y darle consuelo diciéndole que él estaría ahí para ayudarlo a superar todo, pero no  podía, porque él mismo sabía que eso nunca se superaría...

Se giró y vio al niño extrañado mirándolo sin entender porque aún no avanzaba, se limpió la cara con sus manos apartando cualquier indicio de que estuviera triste, y comenzó a caminar llegando hasta el lugar en que el niño se encontraba.

"Lo siento, me llamó la atención algo" Dijo fingiendo totalmente, el niño lo miró a los ojos y asintió no muy seguro. "Vamos" pronunció, y ambos caminaron. Yunho con cada paso que daba en su cabeza se iba reproduciendo cada palabra que vio en aquel noticiero, pedían entregar a Jaejoong. Pero él sabía que nadie podría ayudarlo en algo así, nadie que no hubiera pasado por lo mismo, quizás podía estar pensando egoístamente en su decisión de dejar a Jaejoong con él, pero nadie más podría sanarle aquella herida. Tenía claro que eso jamás podría olvidarse, pero él le ayudaría a superarla.

Llegaron y de inmediato el chico se sentó en el suelo cansado por la larga caminata, el cielo ya estaba oscuro y comenzaba a hacer frío pero Yunho no le prestaba atención a nada de lo que pasaba a su alrededor, él solo miraba a Jaejoong  y tomando el valor que no había tomado en todas las oportunidades anteriores que había tenido la curiosidad comenzó a preguntar de aquel tema tan delicado.

"Jaejoong este tema es muy dificil para ti, lo sé. Pero esta vez necesito que me cuentes que es lo que pasó, cómo fue que llegaste hasta este mundo, quiero escuchar tu historia ¿Lo harías por mí?" Preguntó, deseando con todo su corazón de que el niño no se sintiera presionado o mal por contarle aquella etapa tan difícil por la que había pasado. Vio el semblante del niño contraído, estaba apretando su osito cada vez más y por un momento creyó que se largaría a llorar pero para su sorpresa el chico levanto la cabeza y asintió como respuesta.

"No tienes que contarme todo, sólo quiero entender algunas cosas" Le dijo para evitar que el niño sintiera tanta presión.

"Mis padres murieron..." comenzó a decir, su voz sonaba mucho más tiritona de lo normal, esta vez sí que era realmente difícil hablar para él "...p-por mi culpa..." Pronunció al mismo tiempo que dejaba caer el osito al suelo.

"¿Qué?" Fue lo único que atinó a preguntar, no entendía. En la televisión habían dicho que había sido provocado por un incendio ¿Por qué Jaejoong se estaba culpando así mismo?

"Es-se día...Mamá estaba en su habitación descansando, yo estaba con papá afuera en el jardín. No-o sé cuándo comenzó todo....de un momento a otro papá estaba corriendo hacia dentro de la casa a buscar a mamá" Veía como el niño empezaba a tiritar cada vez más, sus ojos se veían cada vez más húmedos. Estaba desesperándose como nunca antes 

"Papá me dijo que me quedara afuera...."La voz se le estaba tornando amargamente, que le estaba costando hablar "...Traté d-de...abrir la...pue-erta para ayudarlos...p-ero la puerta no se abría..." Sus ojos miraban directamente a Yunho, recordando aquel terrible momento, estaba mirando suplicante a Yunho como pidiéndole ayuda "N-o ab-bria.... ¡No!  ¡No! ¡No!" 

Comenzó a gritar desaforadamente, recordando el mismo día del incendio, recordando como aquella vez la puerta para su mala suerte se había trabado y él aunque intentaba abrirla no podía y en vez de eso veía por la ventana a sus dos padres pidiéndole ayuda, pidiéndole que abriera aquella puerta, pero él no podía….

"Jaejoong..." Pronunció, pero veía como el niño desesperado se comenzaba a jalar de su cabello, estaba con lágrimas en los ojos mientras seguía gritando.

"¡No! ¡Abran la puerta, por favor! ¡No, No, No! ¡Ayuda!" Gritaba fuertemente el niño, que cayó al piso sin fuerzas, sin controlar sus emociones, reviviendo aquel día, recordando más detalles de los que sabía hasta ahora.


“¡Jaejoong-ah! La puerta ¡Jaejoong! Gritaba fuertemente su  padre desde adentro de la casa, estaba sin fuerzas después de tratar de romper los vidrios inútilmente.

“¡Papi! ¡Mamá! ¡No puedo!” Lloraba mientras seguía pegándole fuertes patadas a la puerta,  tenía la rodilla llena de sangre y quizás el tobillo tan lastimado que se encontraba con una lesión, pero eso a eél no le importaba. No cuando estaba viendo a sus dos padres adentro del hogar con las llamas cada vez más cerca de ellos.

“Ja-ae…jae-ejoon-ng….” Empezó a pronunciar su madre devilmente viendo la impotencia de su hijo en la cara, ella sabía que no sobrevivirían a esto, solo deseaba que su hijo siguiera siendo feliz. “M-Mi…Jaejoong….vete de aquí ¿sí? Vive c-con…tu tía…Mi Jaejoong…..” Su voz sonaba cada vez menos, como si se estuviera a apagando “…Te amo, Jaej….” Y no pudo oír el resto de su nombre, porque su mamá cayó pesadamente al zuelo con una lagrima corriendo por su mejilla.

No podía creer lo que estaba viendo, su mamá no podía morir, no. Comenzó a pegarle puñetazos y patadas a la vez a la puerta, pero era completamente inútil, él se sentía un inútil.

“Hazle caso a tu madre, yo también te amo hijo, recuérdalo”  Escuchando las últimas palabras de su padre, sintió en aquel mismo momento como algo era quebrado en su interior, no sabía que pero no le quedaban fuerzas ni para levantarse.
Él no había abierto esa puerta. Él mató a sus padres.

Voces comenzaron a sonar en todo su interior, las risas de su madre, de su padre. La canción de cumpleaños que siempre le cantaban cuando cumplía un año más de vida, los afectuosos saludos de su mamá en la mañana, las felicitaciones de su padre, los juegos que tenían, las canciones que cantaban los tres cuando iban de viaje, los “Te amos” que les pronunciaron hace un momento.
Papá….Mamá….Lo siento”  Su cara se le empezaba a empapar sin remedio alguno, no podía dejar de llorar, se sentía totalmente solo “Lo siento” era lo único que podía pronunciar ¿Qué haría ahora? No tenía a nadie. Su papá y su mamá lo eran todo para él y ahora los había perdido.

Escuchó la alarma de las autoridades que se acercaban “Me arrestarán” pensó para si mismo, después de todo era un criminal.

Comenzó a caminar de a poco, llegaría hasta donde sus pies lo quisieran, él ya no tenía vida, estaba completamente vacío. Seguía su camino pesadamente hasta que algo chocó con sus pies. Era el osito de peluche que le había regalado su mamá para su primer cumpleaños y el aun lo conservaba, amaba a ese oso y más lo amaría ahora que sería el único recuerdo de sus padres.



"Jaejoong, mírame ¡Estás acá! ¡Mírame!" Se tiró al suelo, enfrente del niño, quedando cerca de la cara del otro para que pudiera verlo directo a los ojos y tratara de calmarlo. Jaejoong se topó con la vista de Yunho y mirando a su alrededor pudo comprender dónde estaba, y en qué tiempo estaba, ya no venía aquellas llamas envolviendo a sus padres, ahora estaba Yunho enfrente de él mirándolo con lágrimas de preocupación en sus ojos.

"Y-Yunho...."Susurró sin fuerzas, volviendo lentamente hacia la realidad

"Discúlpame....Jaejoong, Discúlpame" Le dijo acariciándole el cabello suavemente, sintiéndose realmente arrepentido por haberle preguntado sobre ese tema, Jaejoong estaba con ese trauma reciente  en su corazón y por su experiencia propia sabía que no era conveniente hablar de eso, porque la herida se abría nuevamente y cada vez se hacía más profunda.


“Llora, llora lo que tengas que llorar” Le decía sintiendo como el niño sollozaba sin poder parar.  Vio el osito botado y recogiéndolo se lo pasó a Jaejoong, que lo abrazó fuertemente, como habiendo extrañado a aquel juguete “Yo estoy contigo…” 


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NOTA: Como siempre ¡Gracias por sus comentarios! Es bueno leerlas :3 
Espero que les haya gustado el capítulo, que es el penúltimo.
Nos leemos el próximo jueves n.n