jueves, 8 de enero de 2015

Forgotten Children: Capítulo cuatro.

Había estado mirando al niño por alrededor de unas dos horas seguidas, viendo su respiración bien acompasada seguida de sus cortos suspiros. Quería hacerle un millón de preguntas al muchacho al que tenía enfrente pero no se había atrevido a pronunciar palabra alguna, creía que si comenzaba a preguntarle ya, el niño se pondría muy nervioso y asustado y él no quería generar esos sentimientos de confusión en Jaejoong.

El chico no hacía más que mirar al cielo mientras tenía a su pequeño osito de peluche entre sus manos, era como si estuviera encerrado en su propio mundo e ignorara todo lo que no perteneciera a este. Al verlo tan profundamente tranquilo se le ocurrió una pequeña idea.

"Jaejoong ¿Te gustaría ir a dar una vuelta conmigo?" Le preguntó, y el chico al escuchar la voz de Yunho, se volteó de inmediato mirándolo sin expresión, pero asintió rápidamente como respuesta "¡Genial!, vamos ahora o después se hará muy tarde”. Se levantó al mismo tiempo que le tendía una mano al niño para ayudarlo a ponerse de pie y ambos comenzaron a caminar.

Aunque había silencio absoluto, no se encontraba incómodo para nada, después de todo, para él no hacía falta que Jaejoong hablara, la sola presencia del niño le agradaba en sí.
El silencio fue repentinamente interrumpido, por una no deseada toz que comenzó a tener Yunho, se comenzó a cubrir la boca para poder hacer que parara, pero era involuntariamente que seguía tosiendo bajo la preocupada mirada de Jaejoong.

"¿....e-estás....enferm-mo?" Preguntó de improviso el niño, y Yunho al escuchar su voz tan preocupada preguntándole por cómo se encontraba,  comenzó sentir que ese pequeño musculo en su interior empezaba a latir cada vez más fuerte y con mucho descontrol, mirando al niño completamente sonrojado por la continua toz, negó fuertemente con la cabeza.
"Es solo una repentina toz, no hay nada de qué preocuparse" Respondió, fingiendo ya estar mejor y tratando de no saltar en un pie por haber tenido nuevamente la felicidad de escuchar la voz del otro. Vio como el niño asentía mientras dejaba de apretar su osito, y ese acto le hizo sonreír, pues él sabía que Jaejoong apretaba fuertemente su osito cuando tenía un cambio repentino de ánimo, como avisando de que algo le preocupaba, se alegró internamente por ir conociendo cada vez más a Jaejoong.

Se detuvo haciendo que el otro también parara su camino al haberse dado cuenta de que ya estaban en el lugar tan ansiado por él, quería venir con Jaejoong y ver que le parecía el lugar a este. Suspiró mirando su adorada plaza y sonrió al ver que no había nadie en ella, después de todo en las calles seguía haciendo frío y la gente no le gustaba salir con ese clima, todo lo contrario a él que le encantaba el clima frío, y aunque ahora estaba sintiendo más frío del que sentía otras veces, olvido el pensamiento al recordar de que le había pasado una de sus chaquetas a Jaejoong para que no se enfermara. Vio como el niño lo miraba desconcertado pero maravillado al ver los lindos y grandes árboles a su al rededor.

"¿No es bonita?" Preguntó dándose cuenta que por la expresión del otro, le había gustado también la plaza "Siempre que estoy triste, muy cansado o estoy pasando por algún momento difícil, vengo para acá y ¿Sabes algo? es como una plaza mágica, realmente me relaja y hace que olvide todo" El niño en frente de él se quedó mirándolo con asombro en sus ojos, queriendo probar aquello que le estaba contando el mismo.

"¿E-Eso ...es....v-verdad?" Preguntó tímidamente, aun con su voz entrecortada acostumbrando de a poco a volver a hablar. Mientras se acercaba más a Yunho, esperando alguna respuesta que le agradara.

"¡Por supuesto! Supongo que estás pasando por un mal momento.... ¿También te gustaría intentarlo?" vio como Jaejoong asintió animosamente mientras le brillaban los ojos como nunca antes él había visto que le hubieran brillado, de hecho él nunca había visto que los ojos del niño brillaran, siempre los veía tristes y cansados, como si tuviera cada vez menos fuerza, así que mirándolo con un sentimiento removiendo su cuerpo, decidió que ayudaría a Jaejoong a superar lo que sea. Aunque el mismo no superara todo lo que le hubiera pasado en toda su vida, estaba dispuesto a ayudar al niño.

"Bien, entonces empezaremos...sígueme" Se dirigió rápidamente hacía donde su tan conocida banca y sentó al chico ahí. "Ahora tienes que recostarte de espalda" Le instruyó y el niño hizo inmediatamente lo que había escuchado. "Ahora tienes que cerrar los ojos, no pensar en nada malo, suspirar y abrirlos nuevamente mientras ves el cielo tranquilamente ¿De acuerdo?" El chico asintió y comenzó a hacer todo lo que se le había instruido paso por paso.

"Espero sinceramente que te olvides de todo lo malo, Jaejoong" Susurró, mientras veía al chico mirando al cielo perdidamente, ignorándolo hasta a él mismo, y sonrió al ver como estaba funcionando todo de buena manera, el chico tenía una mirada, como muy pocas veces si es que nunca, feliz. Estaba mirando como todas las nubes iban moviéndose tan lentamente que comenzaba a darle un poco de sueño pero se resistió y siguió contemplando aquel hermoso cielo.

Yunho no sintió como alguien se paraba al lado de él, pero al sentir un toque en su hombro, se volteó rápidamente y pudo ver al tan reconocido hombre que ahora lo ayudaba grandemente todos los días, no se sorprendió al verlo a él si no que su asombro era al captar que había olvidado que tenía que juntarse con el hombre para que  hoy, nuevamente le diera comida.

Se paró, mirándolo tranquilamente y al ver que Jaejoong concentrado en el cielo no se había percatado de la presencia de alguien más, hizo señas al hombre para que se fueran a hablar a un lugar un poco más apartado y así no interrumpir al niño de su tan merecida alucinación.

"¿Cómo estás?" Preguntó el otro.

“¿Usted ha estado bien?" Respondió con otra pregunta Yunho.

"Sí,....La persona de allá..." Dijo el hombre señalando con un dedo a Jaejoong que estaba recostado en la banca cercana, sumergido en sus pensamientos "... ¿Es algún pariente tuyo?" Preguntó realmente curioso.

"No, yo no tengo familia" Antes, responder que 'no tenía familia' era muy fuerte para él, siempre con las personas que estaba le preguntaban lo mismo y para él era muy difícil tocar ese tema, sus ojos se volvían llorosos cada vez que lo recordaba pero ahora, quizás al ya estar más acostumbrado podía decirlo, aunque algo dentro de él se sintiera pesado cada vez que lo pensaba, aun así ahora tuviera más edad, podía estar seguro de que todavía la herida no estaba sanada completamente.

"Oh, lo siento" Se disculpó el hombre sinceramente, deseando no haber preguntado eso y ahora, sabiendo que ese no era un tema por el cual debía hablar nuevamente. Estirando su brazo le tendió una bolsa con alimentos dentro, Yunho miró y sus ojos se agrandaron al ver la comida, recordando que Jaejoong ni él habían comido algo desde el día de ayer. Dio una reverencia al hombre delante de él.

"Realmente Grac...." Yunho no pudo terminar la oración ya que nuevamente un ataque de toz lo volvió a azotar, no podía ni siquiera pronunciar palabra por los fuertes movimientos que hacía su mandíbula.

"¿Te encuentras bien?, parece ser que te estás resfriando, con este clima.... ¿No tienes algún abrigo?" Yunho negó con la cabeza mientras el hombre juntaba el entrecejo con una expresión triste.

"Estoy bien, ya conozco todos estos fríos climas, estoy acostumbrado" Respondió "Gracias por la comida" Le dijo mientras volvía a hacer nuevamente una reverencia y comenzaba a caminar de vuelta a donde se encontraba Jaejoong que lo miraba con ojos curiosos mientras estaba sentado en la banca apretando su osito.
Yunho vio como el chico ya no estaba recostado por lo que ya tendría que haber terminado de su relajo, vio que el niño subía una ceja no entendiendo la situación y pensó que quizás le confundía verlo hablando con aquel hombre.

"Él es un hombre bueno...mira, me da todo esto" Le dijo mientras levantaba la bolsa mostrándole todos los alimentos en ella viendo como Jaejoong los miraba ansiosamente con  una cara que demostraba el hambre y las ganas de comerlos que tenía

 "¿Tienes hambre?" Le preguntó y el muchacho asintió de inmediato como respuesta. 

"¿Entonces...nos vamos?" Al preguntarle vio como el semblante del niño cambió tristemente, demostrando que el lugar  le había agradado y no quería marcharse.

"¿V-Volveremos?" Preguntó bajito el niño y Yunho sonrió.
"Por supuesto que sí, podremos venir las veces que tú quieras" Dijo, y cuando termino la frase su corazón se paralizó al observar algo que nunca había visto, Jaejoong le estaba sonriendo. No esta riéndose notoriamente, pero sus ojos y su boca se curvaron de una manera tan hermosa que creyó en su trance que talvez era un sueño, pero no, ahí estaba el chico en frente de él entregando su tímida sonrisa. Recordó que ya había "sentido" a Jaejoong reír pero esa vez no había podido observar su boca porque el muchacho se estaba tapando con su osito, en cambio esta vez podía verlo claramente.

Despertó de su burbuja al notar como el chico lo miraba confundido, pensó en que quizás lucía muy extraño en su propio mundo mientras se deleitaba con la sonrisa del otro, por lo que cerró los ojos y abriéndolos nuevamente, trató de calmarse internamente suspirando y volviendo a mirar al niño fingiendo tranquilidad.

Comenzaron a caminar mientras veían el sol ir desapareciendo lentamente, el niño iba adelante de Yunho mirando su osito mientras caminaba alegremente, parecía por primera vez, un chico totalmente normal, como si nada le hubiese pasado en sus vida, como si nunca hubiera experimentado alguna tragedia. Cuando sintió que Yunho no venía tan cercano a él se dio la vuelta mirándolo con extrañeza al ver como Yunho se había detenido al frente de una tienda mirando hacia dentro de esta.
"¿Yunho?" Cuando sintió esa voz llamarlo, se puso nervioso de inmediato

Oh si, de inmediato te alcanzo, no te preocupes" Dijo, tratando de aparentar alivio, algo que en ese momento era lo que menos sentía. Estaba arrepentido por haber venido por este camino y haberse detenido al ver esa cara tan conocida para él en la televisión. A través de aquella pantalla en la tienda de artículos de electrónica se veía a su tan querido Jaejoong en un noticiero. La noticia estaba actualizada ya que salía que era una transmisión en vivo, no podía creer lo que estaba viendo, no hasta que el periodista explicó todos los hechos.

"Así es, la policía ya lleva dos semanas de búsqueda intensa sobre él. Podría decirse que el joven desaparecido este totalmente calcinado, pero los bomberos han descartado totalmente esta opción ya que los cadáveres de ambos cuerpos en el incendio se encontraban ahí a la llegada de las autoridades, por lo que se puede predecir es que el niño haya salido del suceso gracias al susto del gran impacto"

De un momento a otro toda su felicidad se fue hasta el piso ¿Incendio? ¿Bomberos? ¿Cadáveres? Se estaba llenando de tan impactante información en tan poco tiempo que unas ganas de vomitar lo atacaron profundamente. No quería seguir oyendo, pero con una actitud masoquista y curiosa quiso seguir escuchando sabiendo que podría encontrarse con cosas que hubiera preferido nunca escuchar.

"Repetimos, el joven se llama Kim Jaejoong, las autoridades llevan dos semanas de ardua búsqueda, si usted lo ha visto, por favor contáctenos al número que sale en la pantalla, ese niño necesita atención médica urgente." Se tapó las orejas desesperándose. Pensó en el primer día en que se encontró a Jaejoong, su ropa se veía desgastada, estaba con mucha hambre, y tenía su mirada totalmente vacía y triste, que debe haber soportado tanto.

"Debe haber visto eso con sus propios ojos" Susurró, por un momento recordando que al él también le tocó vivir algo así en su corta edad, sabía por lo que había pasado el niño pero aun así no podía dejar de sentirse triste por él. Quería ir a abrazarlo y darle consuelo diciéndole que él estaría ahí para ayudarlo a superar todo, pero no  podía, porque él mismo sabía que eso nunca se superaría...

Se giró y vio al niño extrañado mirándolo sin entender porque aún no avanzaba, se limpió la cara con sus manos apartando cualquier indicio de que estuviera triste, y comenzó a caminar llegando hasta el lugar en que el niño se encontraba.

"Lo siento, me llamó la atención algo" Dijo fingiendo totalmente, el niño lo miró a los ojos y asintió no muy seguro. "Vamos" pronunció, y ambos caminaron. Yunho con cada paso que daba en su cabeza se iba reproduciendo cada palabra que vio en aquel noticiero, pedían entregar a Jaejoong. Pero él sabía que nadie podría ayudarlo en algo así, nadie que no hubiera pasado por lo mismo, quizás podía estar pensando egoístamente en su decisión de dejar a Jaejoong con él, pero nadie más podría sanarle aquella herida. Tenía claro que eso jamás podría olvidarse, pero él le ayudaría a superarla.

Llegaron y de inmediato el chico se sentó en el suelo cansado por la larga caminata, el cielo ya estaba oscuro y comenzaba a hacer frío pero Yunho no le prestaba atención a nada de lo que pasaba a su alrededor, él solo miraba a Jaejoong  y tomando el valor que no había tomado en todas las oportunidades anteriores que había tenido la curiosidad comenzó a preguntar de aquel tema tan delicado.

"Jaejoong este tema es muy dificil para ti, lo sé. Pero esta vez necesito que me cuentes que es lo que pasó, cómo fue que llegaste hasta este mundo, quiero escuchar tu historia ¿Lo harías por mí?" Preguntó, deseando con todo su corazón de que el niño no se sintiera presionado o mal por contarle aquella etapa tan difícil por la que había pasado. Vio el semblante del niño contraído, estaba apretando su osito cada vez más y por un momento creyó que se largaría a llorar pero para su sorpresa el chico levanto la cabeza y asintió como respuesta.

"No tienes que contarme todo, sólo quiero entender algunas cosas" Le dijo para evitar que el niño sintiera tanta presión.

"Mis padres murieron..." comenzó a decir, su voz sonaba mucho más tiritona de lo normal, esta vez sí que era realmente difícil hablar para él "...p-por mi culpa..." Pronunció al mismo tiempo que dejaba caer el osito al suelo.

"¿Qué?" Fue lo único que atinó a preguntar, no entendía. En la televisión habían dicho que había sido provocado por un incendio ¿Por qué Jaejoong se estaba culpando así mismo?

"Es-se día...Mamá estaba en su habitación descansando, yo estaba con papá afuera en el jardín. No-o sé cuándo comenzó todo....de un momento a otro papá estaba corriendo hacia dentro de la casa a buscar a mamá" Veía como el niño empezaba a tiritar cada vez más, sus ojos se veían cada vez más húmedos. Estaba desesperándose como nunca antes 

"Papá me dijo que me quedara afuera...."La voz se le estaba tornando amargamente, que le estaba costando hablar "...Traté d-de...abrir la...pue-erta para ayudarlos...p-ero la puerta no se abría..." Sus ojos miraban directamente a Yunho, recordando aquel terrible momento, estaba mirando suplicante a Yunho como pidiéndole ayuda "N-o ab-bria.... ¡No!  ¡No! ¡No!" 

Comenzó a gritar desaforadamente, recordando el mismo día del incendio, recordando como aquella vez la puerta para su mala suerte se había trabado y él aunque intentaba abrirla no podía y en vez de eso veía por la ventana a sus dos padres pidiéndole ayuda, pidiéndole que abriera aquella puerta, pero él no podía….

"Jaejoong..." Pronunció, pero veía como el niño desesperado se comenzaba a jalar de su cabello, estaba con lágrimas en los ojos mientras seguía gritando.

"¡No! ¡Abran la puerta, por favor! ¡No, No, No! ¡Ayuda!" Gritaba fuertemente el niño, que cayó al piso sin fuerzas, sin controlar sus emociones, reviviendo aquel día, recordando más detalles de los que sabía hasta ahora.


“¡Jaejoong-ah! La puerta ¡Jaejoong! Gritaba fuertemente su  padre desde adentro de la casa, estaba sin fuerzas después de tratar de romper los vidrios inútilmente.

“¡Papi! ¡Mamá! ¡No puedo!” Lloraba mientras seguía pegándole fuertes patadas a la puerta,  tenía la rodilla llena de sangre y quizás el tobillo tan lastimado que se encontraba con una lesión, pero eso a eél no le importaba. No cuando estaba viendo a sus dos padres adentro del hogar con las llamas cada vez más cerca de ellos.

“Ja-ae…jae-ejoon-ng….” Empezó a pronunciar su madre devilmente viendo la impotencia de su hijo en la cara, ella sabía que no sobrevivirían a esto, solo deseaba que su hijo siguiera siendo feliz. “M-Mi…Jaejoong….vete de aquí ¿sí? Vive c-con…tu tía…Mi Jaejoong…..” Su voz sonaba cada vez menos, como si se estuviera a apagando “…Te amo, Jaej….” Y no pudo oír el resto de su nombre, porque su mamá cayó pesadamente al zuelo con una lagrima corriendo por su mejilla.

No podía creer lo que estaba viendo, su mamá no podía morir, no. Comenzó a pegarle puñetazos y patadas a la vez a la puerta, pero era completamente inútil, él se sentía un inútil.

“Hazle caso a tu madre, yo también te amo hijo, recuérdalo”  Escuchando las últimas palabras de su padre, sintió en aquel mismo momento como algo era quebrado en su interior, no sabía que pero no le quedaban fuerzas ni para levantarse.
Él no había abierto esa puerta. Él mató a sus padres.

Voces comenzaron a sonar en todo su interior, las risas de su madre, de su padre. La canción de cumpleaños que siempre le cantaban cuando cumplía un año más de vida, los afectuosos saludos de su mamá en la mañana, las felicitaciones de su padre, los juegos que tenían, las canciones que cantaban los tres cuando iban de viaje, los “Te amos” que les pronunciaron hace un momento.
Papá….Mamá….Lo siento”  Su cara se le empezaba a empapar sin remedio alguno, no podía dejar de llorar, se sentía totalmente solo “Lo siento” era lo único que podía pronunciar ¿Qué haría ahora? No tenía a nadie. Su papá y su mamá lo eran todo para él y ahora los había perdido.

Escuchó la alarma de las autoridades que se acercaban “Me arrestarán” pensó para si mismo, después de todo era un criminal.

Comenzó a caminar de a poco, llegaría hasta donde sus pies lo quisieran, él ya no tenía vida, estaba completamente vacío. Seguía su camino pesadamente hasta que algo chocó con sus pies. Era el osito de peluche que le había regalado su mamá para su primer cumpleaños y el aun lo conservaba, amaba a ese oso y más lo amaría ahora que sería el único recuerdo de sus padres.



"Jaejoong, mírame ¡Estás acá! ¡Mírame!" Se tiró al suelo, enfrente del niño, quedando cerca de la cara del otro para que pudiera verlo directo a los ojos y tratara de calmarlo. Jaejoong se topó con la vista de Yunho y mirando a su alrededor pudo comprender dónde estaba, y en qué tiempo estaba, ya no venía aquellas llamas envolviendo a sus padres, ahora estaba Yunho enfrente de él mirándolo con lágrimas de preocupación en sus ojos.

"Y-Yunho...."Susurró sin fuerzas, volviendo lentamente hacia la realidad

"Discúlpame....Jaejoong, Discúlpame" Le dijo acariciándole el cabello suavemente, sintiéndose realmente arrepentido por haberle preguntado sobre ese tema, Jaejoong estaba con ese trauma reciente  en su corazón y por su experiencia propia sabía que no era conveniente hablar de eso, porque la herida se abría nuevamente y cada vez se hacía más profunda.


“Llora, llora lo que tengas que llorar” Le decía sintiendo como el niño sollozaba sin poder parar.  Vio el osito botado y recogiéndolo se lo pasó a Jaejoong, que lo abrazó fuertemente, como habiendo extrañado a aquel juguete “Yo estoy contigo…” 


                                                                              Siguiente

NOTA: Como siempre ¡Gracias por sus comentarios! Es bueno leerlas :3 
Espero que les haya gustado el capítulo, que es el penúltimo.
Nos leemos el próximo jueves n.n

7 comentarios:

  1. TT_TT pobre Jaejoong... YY_YY sus padres... TT_TT ~~
    Ojala yunho no este enfermo... ni nada.. me preocupa esa tos..~+

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  2. que triste lo que le a pasado a jae pero el no sabe que el no mato a sus padres pobres han pasado por mucho dolor tan chicos espero y yunho no enferme y no le quiten a jae de su lado
    GRACIAS POR COMPARTIR Y ESPERO EL SIGUIENTE HASTA PRONTO BYE

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  3. También triste situación la de Jae, el se echa la culpa de la muerte de sus padres...
    Hay que hacer comprender a Jae que el no tuvo nada que ver, que el es inocente de ello. Ahora el se tiene que atender de algo que tiene pues así lo dijeron en las noticias y que Yunho se atienda de esa tos, pues no es buena...
    Gracias

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  4. pobre jae ver morir asi a sus padres lo dejo con un trauma al cual el se hecha la culpa de todo a diferencia de Yunho que no los vio morir solo que se los llevaban y despues entendio el xq no volvieron con el espero puedan solucionar lo de Jae y que no los separen gracias x compartir

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  5. Ahora si llore T^T ....Pobre Jaejoong, hace tan solo unos dias el tenia una hermosa vida.....sus padres no pudieron salir, la puerta no se abrio.....que crueldad ver a tus padres morir y no poder ser capaz de ayudarlos..........con razon estaba en shock cuando Yunho lo encontro......
    Dijo que tiene una tia.......lo estara buscando? Se que seria lo mejor, pero no quiero que los separen.........

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  6. Pobre Jae, pero no fue su culpa, Yunho puede ayudarlo a entender que no tiene por q culparse,

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  7. Pobre Jae ;; no pude evitar soltar algunas lágrimas, que triste que Jae tenga que vivir con ese recuerso, Yun debe de ayudarle a entender que él no tiene la culpa y que trato de salvarlos, aun si no se pudo. Si su rostro ya está en la noticias, el amigo de yunho no vaya ver a Jae y lo reconozca... ahhh Ojalá que no lo delate.
    Gracias por compartir.

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