-¡Maldito mocoso! ¡Llamaré a
la policía!- Seguía escuchando los gritos que le daba el hombre de la tienda,
aunque poco le importaba. Era la segunda vez que iba y le robaba, pero es que
¿Qué más podía hacer? No era como que si le gustara robar tiendas pero es que
con esta situación ya no sabía a qué tipo de método recurrir.
Seguía corriendo y corriendo hasta que llegó a
un callejón que estaba totalmente vacío, solitario por lo que aprovecho y se
sentó calmando su respiración y comenzó a comer el bocadillo que había hurtado
de esa tienda suspirando, todavía culpándose por su reciente acción ¿Cuándo
dejaría de tener este cargo de consciencia después de robar? se preguntaba
mirando la bolsa, viendo que quedaba un pan más en ella. Lo envolvió
cuidadosamente suspirando, decidiendo que se lo comería en la noche en cuanto
le diera hambre, tenía que saber racionar bien la comida, ya que entre más
rápido se acabara significaba que tenía que volver a robar nuevamente.
Comenzó a caminar por los
alrededores viendo a la gente pasar sonrientes sin ningún problema en sus cabezas,
sin tener que preocuparse todos los días por si es que tendrán que comer, o el
miedo de enfrentarse a una nueva peligrosa situación. Empezó a preguntarse como
muchas veces anteriores ¿Por qué él tenía que vivir de esta forma?, Lo cierto
era que tantos años viviendo así, ya se
había resignado a la vida en la calle pero todavía no comprendía porque este
desafortunado camino le había tocado a él ¿Por qué entre tantas personas la
vida de él tenía que haber sido así? El destino era muy cruel con algunas
personas.
Sabía que no era una mala
persona pero, todas las experiencias sufridas en todo este tiempo hacían
mostrar ese lado malo y oscuro ante la gente desconocida. Porque en todos los
años que llevaba en la calle, nadie, ni siquiera una de todas las personas a
las que pidió socorro lo habían ayudado.
Lamentablemente lo que comenzó
por un pequeño niño abandonado, asustado y vulnerable cada día se iba tornando
en un joven con sentimientos cada vez más rencorosos e impulsivos, aunque él
sabía que en su interior aún quedaban algunos sentimientos buenos, pero estaban
tapados de tristeza, y rabia, aun así
los seguiría guardando para no dejarlos salir.
Llegó a una plaza ubicada en
el centro de la cuidad, siempre iba ahí para relajarse, se acostó a lo largo de
una banca mirando fijamente el cielo, este lo relajaba viendo como las nubes se
iban moviendo tan despacio y tranquilas, sin que nadie les molestara o apurara
en su ‘vida’, eran tan afortunadas,
el destino las había premiado bien.
"..Me gustaría ser una
de ustedes..." Pronunció al cielo, siempre que miraba a las nubes le daba
cierta envidia verlas tan tranquilas sin preocuparse por ningún problema que
les trajera el mundo, solo tenían que avanzar en el cielo durante el día.
El por algún tiempo de su
vida, cuando apenas era un niño de cinco años había soñado en convertirse en
una de ellas para poder alcanzar a sus padres que se habían ido al cielo. "...¿Al cielo?...No lo creo...
" Susurró para si mismo al pensar en ese lejano recuerdo. La creencia de
que sus padres se habían ido al cielo fue desvaneciéndose a medida que los años
pasaban y las duras experiencias vividas en la
calle le iban enseñando como era la vida realmente, fue ahí cuando él se
dio cuenta de la cruel realidad.
En esa época de
"descubrimiento" fue cuando todos los sentimientos de niño bueno e
inocente iban desapareciendo uno a uno, y lo que había vivido a sus cortos
cinco años, viendo como los paramédicos
iban sacando a su madre y a su padre muertos de su propia casa, no había sido
un simple juego o que los estaban llevando a un viaje, como él había creído
inocentemente. Cuando comprendió realmente la situación tuvo el pensamiento de
matarse el mismo, ya que se sentía culpable sin saber exactamente el por qué,
pero se sentía con demasiada culpa y quería acabarla toda con la muerte, para
así dejar de auto atormentarse todos los días. Pero antes de llevar a cabo su
plan, comprendió que matarse sería mucho más rápido e indoloro, así que decidió
que el merecía sufrir, por lo que se quedó estando vivo con el trauma de
aquella noche reviviéndose pequeñas partes cada noche en sus sueños, aún no
podía recordar exactamente todo lo sucedido, sabía que ambos habían muerto pero
su mente había bloqueado la mayor parte de recuerdos de aquella época, y él
creía que eso era mejor ya que no quería saber el motivo.
Bajó su vista del hermoso
cielo, sintiendo la mirada de alguien. Miró directo y vio a una pareja de novios que lo estaban
mirando fijamente. La mujer tenía una expresión asqueada mientras posaba la
mirada en todo su ser.
"Ves cariño, te digo
que estas personas ya no deberían existir" Pronunció ella, Yunho sabía que
estaban hablando de él pero también ya estaba acostumbrado al rechazo social
que había vivido años, personas mirándolo en menos, como alguna basura, era
algo ya casi cotidiano así que él prefería hacerse el sordo ante cualquier
palabra que le dijeran o cualquier cara que le pusiesen.
"Cariño te puede
escuchar, habla más despacio" Le respondió el novio pero la mujer lo miró
con una expresión de indignación, ella creía que podía decir cuánto quisiera
aun así a los demás no les pareciera bien.
"Me da exactamente
igual, después de todo es solo un sucio muchacho sobrante en este mundo"
dijo ella, y Yunho le devolvió la mirada, él tenía claro que sería mejor estar
muerto pero no entendía por qué la mujer se empeñaba en decirlo, ni siquiera se
conocían.
La novia abrió los ojos al
ver como el muchacho tirado en la banca la miraba fijamente sin decir nada,
pero eso no la desalentó, sabiendo ahora que el chico la escuchaba siguió
diciendo su repertorio de cosas crueles y sin sentido, solo para lograr alguna
reacción en el muchacho.
"Es más, han habido
muchos robos cercas de aquí ¿No crees que él podría ser el culpable? Es solo
cuestión de mirarlo y darnos cuenta que no tiene nada para vivir, es obvio que
recurre al robo" Insinuó y Yunho frunció el ceño.
"Quizás...deberíamos llamar a la policía para que se lleven a esta
escoria" Dijo con un deje de desprecio en su voz.
Yunho había estado
escuchando todo lo que aquella mujer había estado hablando, había decidido
ignorarla pero al escuchar que ella quería llamar a la policía salió de su
letargo y comenzó a molestarse. Si bien aceptaba toda clase de insultos, él no
aceptaba que interfiriera en su vida, después de todo el no interfería en la
suya. Vio como la mujer agarraba su teléfono.
"¿Aló? Sí, oficial.
Llamo para...." Pero no pudo concluir la llamada, ya que Yunho se había
parado rápidamente y le había arrebatado su móvil, el novio de la mujer se paró
en ese instante cubriendo a su pareja.
"¡Mi teléfono!
¡Atrápalo!" Gritaba la mujer exageradamente, ya que no era necesario tal
escándalo, pues Yunho no se había movido ni siquiera un centímetro de ellos.
"¿Sabes que tú tienes
la culpa de todo esto, cierto?" Le dijo el hombre a su novia poniéndola aún
más histérica, ambos comenzando a gritarse mutuamente.
"Yo...no robo por
gusto" dijo Yunho entremedio de la discusión de ambos novios, dejando caer
el celular al piso mientras salía corriendo de aquel lugar en el cual solo
había ido a
buscar paz pero que se la habían arrebatado.
Caminaba por la calle, ya se
había oscurecido así que tendría que buscar algún lugar para quedarse dormido.
Llegó a un sector que no había visto antes, después de todo él siempre iba
cambiando el lugar donde dormir por distintas circunstancias. Paro en cuanto
vio un callejón solitario, entró mirando que no haya ninguna persona por ahí,
después de todo cuando se entraba en el territorio de alguien más, podía
ganarse una pelea, eso ya lo había aprendido por experiencia, ya que en sus
primeros años en la calle llegaba y se dormía en cualquier parte que le
pareciera "cómoda" pero terminaban sacándolo a patadas, aunque fuera
solo un niño, en la calle no se tenía ese tipo de consideración ya que con
aquellas personas tampoco nadie había tenido consideración .
Cuando ya estaba
completamente adentro, se alivió al ver que no había nadie y que no había
"registro" de que nadie durmiera ahí, por lo que buscando un buen
sitio para dormir comenzó a reunir cartones y bolsas recordando la reciente situación
por la que había pasado. Ella casi había llamado a la policía y eso hubiese
sido un gran problema. Él no se llevaba bien con ellos.
Desde que era pequeño se
veía escapándose de las autoridades, ya que cuando era pequeño ellos querían
llevarlo a un hogar de menores y él no quería eso por ningún motivo, el solo quería encontrar a sus
padres por lo que siguió buscándolo año tras año, viviendo de lo que encontraba
en la calle. Esperando poder encontrarlos, pero no pudo.
Tiempo después cuando
encontró a unos chicos en una condición parecida a la de él, pudo comprender
muchas cosas, una de ellas fue que sus padres habían muerto y que toda su
'búsqueda' había sido en vano. Cuando él les contó a los chicos que los
paramédicos se habían llevado a sus padres pero no los habían devuelto, ellos
largaron a reír de la ingenuidad de Yunho. Por lo que decidieron tomarlo como
el nuevo 'esclavo', le enseñaron a robar, a decir malas palabras, a guardar
rencor en su corazón. Ellos habían hecho entrar a Yunho en todo tipo de cosas
dañinas, había probado el cigarro a los siete años y había entrado a las peleas
a los nueve.
Pasaban los años y Yunho se
había quedado solo, ya que sus "amigos" lo abandonaron después de
aburrirse y cansarse de él. Por lo que comenzó nuevamente la triste soledad
para él. Aunque había entrado en un mundo tan diferente para él y la mayoría de
sus sentimientos bondadosos ya habían cesado, el aún tenía la esperanza de que
alguien lo ayudara a salir de este mundo. Pero a los quince años esa esperanza
ya se había desvanecido, seguía viviendo tristemente con las sobras de todo el
mundo, y siguió viviendo de la misma
manera hasta hoy que lo único que hacía era tratar de seguir sobreviviendo ¿Por
qué? él aun no sabía por qué seguía con vida, después de todo ya no tenía
ningún motivo.
Seguía buscando bolsas para
acomodar más el lugar donde dormiría, cuando vio un pequeño osito de peluche
botado entremedio de toda la basura, lo recogió inconscientemente observándolo,
y apretándolo. Era suave y cómodo, pequeños recuerdos de su niñez se instalaron
en su mente, pero cerró los ojos de inmediato no permitiéndoles entrar en su
cabeza, él no quería recordar nada de cuando era pequeño ya que todo eso lo
llevaba a recordar la horrible situación por la que había pasado a esa corta
edad.
Con el osito en la mano fue
a recostarse en el suelo, encima de los cartones apilados, cerró los ojos, pero
antes de encontrarse con el sueño un ruido hizo que abriera los ojos
rápidamente alertándose ¿Es qué alguien ya ocupaba este lugar? Miró al frente
dándose por rendido a que tendría que enfrentar a alguna pelea con la persona
que ya era dueño de este territorio, pero no vio a nadie. Se puso de pie con el
peluche en su mano mirando a todas partes pero no veía nada ni a nadie.
Se quedó parado en la misma
posición durante cinco minutos, pero no pasaba
absolutamente nada que le indicara señal de que había alguien.
"Quizás después de
todo, finalmente me estoy volviendo loco" Pronunció indiferente, pero en
ese mismo instante sintió nuevamente el mismo ruido y concentrándose en poner
absoluta atención en aquel ruido pudo divisar que venía cerca de donde había
encontrado al peluche.
Aunque lo dudó un tiempo,
decidió acercarse a ver qué era lo que originaba ese ruido de bolsas. Comenzó a
indagar con la mirada y cuando se dio cuenta de cómo estaba actuando bufó.
"Puede que sea un animal..." Susurró, sintiéndose estúpido por estar
nervioso antes de ver lo que se hallaba ahí.
Se acercó hasta estar al
lado del lugar, habían muchas bolsas, cartones y basura por lo que no podía ver
bien, estiró una mano corriéndolas uno a uno pero se detuvo al visualizar un
gran bulto, era ropa y pelo.
"¡Una persona!"
Exclamó, cuando pudo divisar una mano, se apresuró y destapó dejando
descubierto a una persona enteramente sucia. Yunho abrió grandemente sus ojos,
era un niño quizás de su edad o menos, el chico estaba con los ojos abiertos
sin decir absolutamente nada, mirando la expresión confusa del otro. Vio como
el chico ni siquiera parpadeaba y la idea de que estuviera muerto azotó su
cabeza, así que se apresuró a acercar su cara a la del chico y pudo oír su
respiración, lo que lo dejó aún más confundido ¿Por qué el muchacho no
reaccionaba? Era como si estuviera en una especie de trance del que no podía
salir, Yunho vio como sus ojos estaban completamente hinchados, indicando que
el chico había estado llorando mucho ya que también tenía manchas de lágrimas
secas alrededor de sus dos ojos, no sabía qué hacer en un caso como este, pero
decidió tomar al chico llevándolo donde él había preparado su lugar para dormir
y lo acostó ahí
Yunho solo lo miraba, era la
primera vez que se encontraba en esta posición, en la que otra persona
necesitaba ayuda. Y él aunque no tuviera recursos, no se la negaría, no como a
él que todos se la habían negado.
"¿Cómo te llamas?"
Preguntó "¿Qué haces por aquí? " Pero el chico no le respondía,
mientras seguía mirando al cielo desde su posición. Yunho pensó que quizás a él
también le relajaba mirar al cielo como a el también lo relajaba.
"Está bien si no
quieres hablar, solo tienes que mostrarme si estás de acuerdo o no ¿Bien?"
El chico recostado asintió con la cabeza y Yunho sintió un alivio al ver que
era un pequeño progreso de parte de él. "¿Te perdiste?" El chico volvió
a asentir "¿Tus padres viven por aquí?" Preguntó nuevamente, pero
esta vez el chico no respondió y volvió a entrar en el mismo estado de trance,
por lo que Yunho pudo comprender que en esa última pregunta podía encontrar
respuestas al ver la reacción del otro, así que comprendiendo que ahí era el
origen del problema decidió cambiar de tema "¿Tienes hambre?" El
muchacho asintió firmemente, sentándose en los cartones mientras miraba a Yunho
directamente.
Sabía que conseguir comida
era extremadamente difícil, por lo que siempre que lo hacía guardaba de ella
con sumo cuidado para hacerla durar lo más posible. Pero esta vez omitió todo
eso a lo que estaba acostumbrado y de una bolsita que había guardado toda esta
tarde, sacó un pan, el que le había quedado de haber robado esta mañana en una
tienda y el cual tenía planeado comérselo esta noche, o en cuanto le diera
hambre. Lo tomó y aunque en su interior le costó un poco, se lo estiró
ofreciéndoselo al niño que lo miraba con un poco de confusión.
"¿Tienes hambre?
Toma" Le dijo, y el otro tomó el pan, mirándolo minuciosamente " No
tengo nada más que ofrecértelo, así que es mejor que te lo comas" Y el chico comenzó a darle masticadas al pan,
sintiendo un profundo alivio al comerlo, ya que no había comido desde hace dos
días entero, probar algo hacía que su estómago se lo agradeciera mucho.
"¿No puedes
hablar?" Intentó preguntar Yunho, pero el chico nuevamente no le respondió
mientras seguía mordiendo aquel bocadillo.
Yunho dejó de hacerle
preguntas, pero comenzó a hacerse preguntas en el interior el mismo, miraba al
muchacho y pudo divisar que estaba lleno de tierra en su ropa y cuando bajo su
mirada vio como en su mano tenía una pequeña quemadura que se marcaba en su
piel blanca. Miró bien al chico y le dieron ganas de hacerle muchas preguntas
pero sabía que este no le respondería así que frenó su impulso.
Estaba confundido, el chico
no parecía ser alguien que frecuentara muy seguido la calle, ya que por su
apariencia parecía ser de esos niños mimados que tienen todo lo que deseaban al
minuto solo que estaba un poco descuidado y con la ropa sucia, pero bien Yunho
sabía que no debía juzgar a las personas por su apariencia, ya que a él toda la
vida lo habían juzgado por su simple apariencia de un delincuente.
"Me preguntó que me
esperará por delante..." Susurró para sí mismo, pero al parecer el chico
enfrente de él lo había escuchado ya que se volteó a mirarlo fijamente, Yunho
pudo darse cuenta que tenía una mirada triste y vacía. Por un momento se vio
reflejado a el mismo cuando era pequeño en aquellos ojos tristes que lo
miraban, se sintió vulnerado al ver una persona con la misma mirada que él
tenía hace unos cuantos años, como si estuviese pidiendo ayuda, como si aún no
perdiera del todo la esperanza de seguir viviendo y poder ser feliz.
El chico terminó de comer y
comenzó a mirar el perfil de Yunho, después de todo él lo había ayudado siendo
que ni siquiera se lo había pedido, lo miró fijamente hasta que vio algo en el
brazo de él.
"¿Qué sucede?"
Preguntó Yunho al ver como el muchacho se quedaba perdido en sus pensamientos
mirando algo de lo que él todavía no se había percatado "¿Hay...algún
problema?" Volvió a preguntar sin tener una respuesta. Vio como el chico
comenzaba a fruncir su ceño, pero no de rabia o irá, él estaba con una cara
totalmente triste por lo que
Yunho decidió seguir la mirada del niño hasta ver
que era lo que lo estaba perturbando.
El chico estaba mirando
directamente a su brazo, donde él tenía agarrado al pequeño y suave osito de
juguete. Yunho rodó los ojos, necesitando explicar la situación.
"Esto no es mío, lo
encontré hace poco cerca de donde tú estab...." Se calló en el instante
completando un rompecabezas imaginario que estaba en sus pensamientos, él había
encontrado el peluche muy cerca del chico. Pero ¿Era de él? Parecían casi de la
misma edad por lo que le resultada imposible que chico de 17 años fuera dueño
de un peluche así, pero al ver la expresión del chico pudo saber que él era el
dueño del pequeño peluche.
Yunho estiró su mano
pasándoselo y el muchacho tomó el oso de inmediato, apretándolo en un abrazo
fuertemente.
"Con que era
tuyo..." Susurró.
yunho encontró a jae espero y si
ResponderEliminarGRACIAS por esta nueva historia se lee genial solo que los capítulos son muy cortos y me quedo con ganas de mas por fis un poquito mas largos si
y de verdad GRACIAS por compartirnos otro historia linda hasta pronto bye
aww si la vida a sido muy injusta con yunho Q.Q peroo que le habra pasado a jae?
ResponderEliminarlo bueno esq fue yunho quien lo encontro a el y asu peluche ? x3
esta muy lindo gracias x compartir ^^
Yunho me dio pena el pobre se quedo en la calle teniendo q robar comida. Ashhh esa tipa me dio colera, no soporto a ese tipo d personas superficiales 😕 ahora q encontro a boo con su peluchito encontro un rayito d luz en su vida la cual espero se valla agrandando hasta iluminar sus vidas por completo. Me pregunto q le abra pasado a jae.esperare el proximo cap la otra semana. Muchas Gracias 😄
ResponderEliminaresta interesante m3 pr3guntoo q l3 paso a ja3 ?
ResponderEliminarSi cree en el destino solo tendra que esperar esa poca esperanza que tiene para un futuro mejor,,,,, pero la pareja ese de verdad nose que mas puedo decir despreciar a la gente ya que no ayuda pos que corra el aire ni es necerario criticar, que poca verguenza que tiene mejor dicho es que ya no tiene de verguenza.
ResponderEliminarPobre Yunho por la circunsancias de la vida a tenido que madurar antes
espero que su futura sea brillante....
Triste situación de Yunho y Jae, que por azares del destino viven de esta manera
ResponderEliminara Yunho la orfandad lo ha llevado a vivir así, pero que le habrá sucedido a Jae, --
además no habla por el momento, haber que pasa en el siguiente capitulo, cuando actualices...
Es triste la historia, pero ahora que se conocieron espero cambie el color con que miran la vida...
Gracias
ToT
ResponderEliminarY....Y que injusticia!!
ResponderEliminarY pensar que hay mucha gente así en el mundo... este fic me tocó el kokoro...
Volviendo al YunJae espero que juntos salgan de esa miserable vida... gracias x escribir !!!!
pobre de mi yunito que vida tan dura la que ha llevado primero en su casa con el mal nacido de su padre despues de sus muerte y el vivir en la calle ahora se encuentra con un mudo que lo mira mal xq tiene su peluche en las manos y se pregunta que le habra pasado al chico gracias linda x compartir
ResponderEliminarwaaaa se ve muy interesante !! Me dio mucha pena la vida de Yunho y aun tengo dudas del por que Jae tiene esa vida o.o ! Solo espero que ambos se apoyen y salgan adelante juntos n.n
ResponderEliminarGracias por compartir
Que triste T^T tambien Jae esta en una situacion asi? Parece ser que el acaba de terminar asi hace pocos dias, pero para estar tan traumado algo muy malo le debe de haber pasado....Habran abudado sexualmente de el? Oh dios! Espero y no sea eso.....Solo se que es algo relacionado con sus padres.....habra escapado de casa? Uff mejor me dejo de hacer preguntas y voy a leer....Gracias^^
ResponderEliminarQue triste ;; pobre Jae, que habrá pasado para que él esté así. Que le habrán hecho para que su manito esté quemada, menos mal que Yun lo encontró. Ojalá que desde ahora lo ayude, yun también a sufrido todos esos años en calle y sabe las cosas malas que hay.
ResponderEliminarGracias por compartir.