viernes, 26 de diciembre de 2014

Forgotten children: Capítulo dos



"¿Papá por qué estás haciendo esto?" Miraba cada golpe que su padre le entregaba a su mamá….


"¡Papi déjala por favor!" Mamá estaba llorando, pero él solo podía verla desde la ventana de la cocina, papá lo había encerrado ahí mientras su madre lloraba y pedía ayuda….


"¿Mamá por qué estás llorando?” <<Mamá llora porque tu no la defiendes>> le decía 
una voz…


"¿A dónde llevan a mis papas?" <<Se los llevan a un lugar donde no volverán, donde tu nunca más volverás a verlos>>
"

¡Que alguien me ayude! ¡Mami, no quiero estar solo!" <<Tú hiciste que mamá te dejara solo, por tu culpa>>…


Por tu culpa…..tu culpa….



Abrió los ojos sintiendo el sudor que caía de su frente, también cayendo de sus manos empapadas, estaba desorientado mirando hacia cualquier parte en que sus ojos se posaran. Tenía el pecho totalmente oprimido, hasta sintiendo que no podía respirar Por lo que trató de calmarse solo, aspirando y exhalando suavemente para poder lograr volver a sentir de manera correcta que  entrara el aire

 Se inclinó, pudiendo divisar a una persona mirándolo de cuclillas abrazando fuertemente a su osito de peluche, con su cara totalmente paralizada del horror. Yunho al ver la cara del niño pudo comprender toda la situación y acordarse de lo que ayer había ocurrido, lo más probable era que el niño se haya asustado por los fuertes gritos que había tenido, por culpa de sus tan indeseables pesadillas. Pasó su mano por su cara limpiándose algunas gotas de transpiración y puso una cara serena, tratando de que el muchacho borrara esa expresión, la cara del muchacho no hacía más que confirmarle  que el causante de esa preocupación no era nadie más que era él.

"Está bien, no tienes que asustarte, son solo sueños..." >>Terribles sueños<< Corrigió en su interior sin decirlo en voz alta, no quería preocupar más al muchacho. "Cambia esa cara" Le dijo y   se acercó gateando al niño, acercando su mano y poniéndole el dedo en medio de las cejas, subiéndoselas,  poniéndolas en una posición normal y así cambiándole la expresión asustadiza que tenía el chico, pero este al sentir la mano del otro se estremeció mirando directamente al suelo. Yunho no viendo que había incomodado al niño, siguió haciendo de las suyas y esta vez con las dos manos acercándola a la cara del muchacho y tomándole las mejillas con cada una de ellas, estirando su cara hasta hacer que se formara una forzada sonrisa en su rostro.

El muchacho abrió los ojos grandemente  al ver la acción de Yunho y alejó su cara rápidamente, asustado, ni siquiera podía parpadear por lo que para evitar la mirada del otro colocó el osito por encima de él, escondiéndose inútilmente.

"Tranquilo" Le dijo Yunho arrepentido al ver el susto del otro, no sabía que al chico le iba a causar esa reacción un simple contacto físico, así que  se alejó para demostrarle al chico que no lo volvería  a hacer pero el pequeño seguía totalmente asustado "¿No lo haré más, de acuerdo?" El niño comenzó a bajar el osito de a poco, viendo la mirada de arrepentimiento del otro.

Cuando el peluche quedó nuevamente abajo, ambos se estaban mirando sin decir una palabra, Yunho había quedado sumamente preocupado y pensando en que tendría que pensar bien en cómo tratar al chico, estaba seguro de que algo malo le había ocurrido y por eso tenía esa personalidad tan recatada y tímida. Pero todavía tenía en su mente una duda la cual quería que fuera respuesta con mucha ansia.

"¿T-Tu...no puedes hablar?" El niño se incomodó de inmediato, y giró la cabeza, dándole a entender a Yunho de que él no hablaría o se referiría a ese tema, por lo que decidió seguir con otro tipo de preguntas "¿Cuántos años tienes?" Preguntó y recordó de inmediato que si el niño no tenía pensado hablar entonces solo podía hacerle preguntas en las que pudiera contestar si o no, así que rectificándose, postuló nuevamente la pregunta "¿Tienes...Mmm Diez y seis años?" Estaba redondeando a una edad que le pareciera más segura, por las facciones y características del niño, Yunho había predicho que tenía a lo menos uno o dos años menos que él, pero se sorprendió al ver como el niño negaba con la cabeza "¿Eres menor?" volvió a preguntar para poder acertar a su teoría pero el chico nuevamente negó con la cabeza "¿Diez y siete?" Preguntó, quizás podían ser de la misma edad. 

Repentinamente el niño del peluche asintió lentamente, dándole a Yunho un regocijo interno al saber al menos la edad del otro. Quiso preguntarle porqué llevaba con él a un osito de peluche si tenía diez y siete años, pero cerró la boca pensando que tal vez tenía algún valor sentimental para él.

Yunho se vio interrumpido en sus pensamientos al escuchar un extraño ruido, miró a todas partes pero no pudo localizarlo, cuando volvió a sentirlo vio que la cara del chico se iba tornando cada vez más colorada con una expresión avergonzada y entristecida, cosa que le sirvió para darse cuenta de que el ruido era proveniente del estómago del otro, el chico tenía hambre y al recordarlo, Yunho comenzó a tener esa misma sensación de querer una comida desesperadamente.

"¿Tienes hambre?" Preguntó aun sabiendo la respuesta perfectamente, lo cierto era que quería tener más "plática" si así se podía llamar, con aquel niño. "La verdad es que no tengo comida" Declaró y el chico puso una expresión triste resignándose a que no comería. Yunho fue tocado profundo por la actitud del otro, y aunque no sabía cómo conseguir la comida, estaba seguro de que la obtendría. "Está bien, ya sé dónde conseguirla" Le dijo pensando en que tendría que ir a robar a otra tienda, le hacía sentirse de alguna manera extraña en solo imaginarle que le daría comida robada a aquel inocente muchacho, pero pensó en que si no lo hacía, ambos estarían muriéndose de hambre por un largo tiempo " Iré a buscarla, espérame aquí y volveré enseguida ¿De acuerdo?" El chico asintió apretando al osito fuertemente entre sus manos.
Yunho se puso de pie comenzando a salir del callejón, miró a todos lados antes de abandonarlo viendo que no hubiera ningún peligro para el niño mientras que él se fuera a 'conseguir' la comida. Miró por última vez al chico, encontrándose con la atenta mirada que este le estaba devolviendo, esperando por que volviera tan pronto como fuera posible con esa comida.

Siguió caminando, se había alejado harto camino desde el callejón, si es que lograba robar necesitaba refugiarse nuevamente lo más lejos posible para que no lo capturaran. Iba viendo tienda por tienda analizando que podría tomar, iba sacando pequeñas cosas hasta que vio un lindo pastel y pensó en que el muchacho estaría feliz de poder comer uno, además pensó en que quizás hoy era un buen día para comer pastel, él mismo no probaba un poco desde hace años. Así preparó mentalmente su escapada, como sería para poder salir invicto.

Tomó el pastel entre sus manos, fingiendo analizarlo falsamente para dar una vista de que estaba mirándolo para después comprarlo. El dueño de la tienda estaba mirándolo fijamente y Yunho estaba consciente, después de todo sabía que su aspecto descuidado daba desconfianza en las personas.  Con el pastel en sus manos comenzó a correr velozmente.

"¡No lo dejen salir! ¡ladrón, ladrón!" Empezó a gritar el dueño del local que ya había sospechado del muchacho. La gente empezaba a gritar y dos hombres que parecían ser trabajadores de la tienda, al grito del jefe corrieron detrás del reciente 'ladrón'.
Yunho salió rápidamente de la tienda, pero al estar en la calle, se topó frente a frente con el niño apretando firmemente a su osito de juguete. Yunho lo miró sorprendido, pensando desde cuando el chico había comenzado a seguirlo y del por qué no se le había acercado. Oyó gritos desde dentro de la tienda alertándose de que no era hora para maquinar cosas y que tenía que salir huyendo lo más pronto posible.

El chico estiró su cuello curioso mirando porqué la gente en la tienda corría gritando insultos, no podía comprender hasta que sintió como era agarrado de una mano firmemente siendo obligado a correr, miró que Yunho mientras lo iba jalando fuertemente para que corriera más rápido llevaba en su otra mano un pastel y pudo entender finalmente la situación, él había robado aquel pastel en esa tienda y por eso venían hombres tan furiosos persiguiéndolos.

Yunho al ver que los hombres venían acercándosele, comenzó a correr más fuerte, a todo dar pero el chico cada vez iba más cansado y en ese mismo instante escuchó un quejido de parte del otro. Volteó rápidamente al ver como el muchacho movía su mano tratando de zafarse del agarré, Yunho no entendía el comportamiento del niño hasta que vio al peluche de este botado unos pasos más atrás, decidió que no era hora de perder el tiempo, tenían que salir corriendo lo más rápido posible pero la cara de tristeza del niño hizo perder cualquier firmeza en su decisión por lo que cerrando los ojos mientras suspiraba puso el pastel en las manos del niño, realmente no sabía que pasaba en su cabeza para tomar una decisión asi.

"¿Sabes el camino?" Preguntó aceleradamente y el niño respondió asintiendo con su cabeza "Bien, lleva este pastel hasta allá y espérame. Yo iré por tu osito ahora ¿De acuerdo?" El niño miró con ojos de sorpresa al escuchar las palabras del otro pero salió de su trance al ver como Yunho lo instaba a seguir corriendo "¡Vamos! ¡Corre, corre!" instruyó, y el chico hizo caso corriendo con el pastel en sus manos.
Yunho miró hacía atrás viendo como los hombres seguían corriendo cansadamente, así que se apuró retrocediendo velozmente mientras alcanzaba a recoger el juguete del suelo.

"¡Ahí está! ¡Corran, no lo pierdan de vista!" Gritó uno de ellos, pero si había una ventaja para Yunho en esta situación, era que él era mucho más joven y ya estaba acostumbrado a estas persecuciones, por lo que todavía con gran energía salió en marcha nuevamente para poder alcanzar al niño. Miraba al peluche mientras corría tratando de encontrarle alguna señal para ser tan valioso para el muchacho, si es que se lo había regalado algún pariente cercano al muchacho, pero no encontró nada.

Por última vez miró hacia atrás comprobando de que nadie lo viniera siguiendo antes de entrar al callejón y ver al muchacho sentado con la cabeza apoyada en sus piernas, no podía verle el rostro por lo que acercándose cuidadosamente posó el osito de peluche enfrente de él. El niño al sentir algo rozándole el pelo, levantó la cabeza y no pudo ver nada más que a su osito de peluche, lo tomó y lo apretó contra su pecho melosamente.

Yunho miró la tierna escena y una sonrisa casi imperceptible se formó en su rostro, su corazón se sobresaltó ante lo reciente ¿Él había sonreído? No podía creerlo ya que desde hace mucho tiempo no recordaba que hubiera sonreído sinceramente, tocó su rostro tratando de palpar ahora, la inexistente sonrisa y luego miró al chico impresionado, después de todo él había hecho que riera después de mucho tiempo de no hacerlo.

"Gracias por traer el pastel ¿Quieres comer? " Preguntó, viendo como la expresión del niño se volvía rígida, sabía que el chico había podido entender la situación, y que este le negara con la cabeza queriendo decir que no quería comerlo aun teniendo mucha hambre, confirmó sus sospechas.

Hace muchos años que no volvía a experimentar el sentimiento de la 'vergüenza', pero era en este momento en el que lo volvía a sentir junto al fuerte arrepentimiento, este niño no se merecía que él le diera algo robado.

"No lo volveré a hacer" Dijo, no entendía muy bien por qué debería de haberle estado diciéndole que no lo haría, después de todo él siempre había seguido sus propias reglas, pero aquel chico hacía sacar esos buenos sentimientos que estaban tan ocultos en él, y en cierta parte eso no le desagradaba, volvía a sentirse como se sentía antes de tener tantas preocupaciones, como un niño pequeño.

"Lo estoy prometiendo, pero por favor come. Solo por hoy" Sugirió, si el chico no comía ahora, sabía que podía enfermar y él no sabía cómo lidiar con una persona enferma. Todas las veces que él había pasado por enfermedades nadie lo había ayudado, solo él esperaba hasta que desaparecieran las molestias. No le importaba enfermarse, después de todo sabía que si moría por alguna enfermedad, no sería gran cosa y a nadie le afectaría su muerte.

El muchacho vio el verdadero arrepentimiento en la cara del otro por lo que asintió a lo que Yunho le había propuesto. Se olvidaría de la forma en que había visto como conseguía ese pastel y comería, también estaba realmente con mucha hambre.

"No tengo cubiertos..." comenzó a decir Yunho, pero el niño solo asintió para darle tranquilidad y para querer demostrarle que eso no le importaba, estiró una mano sacando un puñado de pastel llevándoselo a la boca, repitiendo la acción nuevamente. Yunho observando al muchacho sintió un regocijo en su interior, y comenzó a comer también de aquel delicioso bocadillo.

"¿Sabes? He tenido mucha curiosidad sobre ti" Comenzó a decir y el niño escuchaba atentamente mientras seguía masticando "Está bien que no me respondas, pero al menos merezco saber tu nombre ¿No?" El chico subió la vista y para sorpresa de Yunho asintió 

"¡¿Oh, realmente me lo dirás?! ¿Pero si no hablas, cómo?" El niño miró a todas partes hasta encontrar el pequeño osito, volteándolo se lo estiró a Yunho pero este no comprendía que era lo que el niño estaba haciendo hasta que con su mano, la que tenía una pequeña quemadura apuntó a la patita del juguete, donde debajo de ella salía escrito un nombre. Yunho abrió la boca de la sorpresa.

"¿Jaejoong? ¿Te llamas Jaejoong?" el otro asintió agarrando otro pedazo de pastel entre sus manos "Ese es un nombre muy lindo....Pero creo que ya lo había escuchado en otra parte ¡Oh, sí! Recuerdo haber conocido a una niña con ese nombre cuando era pequeño, ella era muy lin…" Jaejoong levantó la vista de inmediato sintiéndose ofendido ante la repentina broma del otro "Es mentira, es mentira...Tu nombre es muy lindo, Jaejoong" Dijo sinceramente mirando al chico que bajó su mirada enseguida tomando de vuelta a su peluche, dejándolo entre sus piernas.

Miró al cielo que ya estaba oscureciéndose y sintió una brisa venir hasta ellos, comenzaba a hacer frío. Él estaba totalmente acostumbrado a las temperaturas bajas pero no tenía claro si el niño lo estaba, por lo que miró y vio que el chico solo venía con una chaqueta. Comenzó a preguntarse de donde podría venir aquel niño, de qué tipo de familia y desde hace cuánto estaba en las calles, por su actitud sabía que no debía de llevar mucho tiempo.

"¿Tienes casa?" Se atrevió a preguntarle, Jaejoong se tensó enseguida escuchando la pregunta del otro, pero aun así negó con la cabeza "y...¿Familia?" Sabía que era una pregunta que quizás no debería haberla hecho por el corto tiempo en que llevaban conociéndose, pero era la primera persona quien no lo había alejado, era la primera persona de la cual Yunho se veía necesitado a ayudar, ya que cada vez que lo miraba veía reflejado en él a su antigua personalidad. El chico aun incomodo miró hacia Yunho, este creía que el niño no le respondería pero para su sorpresa nuevamente negó con la cabeza. Iba a hablarle pero observó calladamente como el niño se paraba tomando a su osito y caminó hacia el lugar donde él le había indicado que durmiera ya que había tratado de hacerlo lo más cómodo posible aun en las precarias circunstancias en la que se encontraban, por su parte él dormía enfrente para sí poder observar mejor la entrada al callejón y que nadie viniera a molestarlos innecesariamente. Tenía claro que el chico podría llamar la atención de cualquier persona con malas intenciones por lo que tenía que cuidarlo.

Yunho se alertó al darse cuenta de sus pensamientos, la palabra "Cuidarlo" había pasado por su mente ¿Él podría cuidar a alguien? Aunque era un don nadie, tenía perfectamente claro que  si el niño no tuviera a nadie para estar acompañándolo, él estaría dispuesto a convertirse en alguien para él.

"Jaejoong discúlpame si te abrumé con mis preguntas" Se disculpó acercándose al niño que estaba recostado. Y este levanto la mirada y como respuesta solo asintió tímidamente. "Me gustaría poder escuchar alguna vez tu voz ¿Algún día la escucharé?" Le preguntó y el muchacho se encogió de hombros, no sabiendo que responderle con seguridad.

Yunho se sintió satisfecho con esa 'respuesta' ya que no había sido negativa, por lo que le dejaba una esperanza de poder escucharla, sonrió por segunda vez en el día y se tapó la boca de inmediato, como si una sonrisa fuera algo malo que nadie pudiera ver. Jaejoong pudo captar toda la situación y se tapó la cara con el peluche. No había entendido la acción del muchacho hasta que vio en una esquina del osito de juguete el ojo del niño curvado en una forma que nunca lo había visto, se sintió bien por dentro al darse cuenta de que el chico estaba riéndose silenciosamente y se había tapado con el peluche para que él no pudiera verlo sonreír, suspiró al darse cuenta de que al parecer no era la única persona que no le gustaba reír, en realidad no era que a él no le gustará reír, si no, era que él no tenía motivos, pero comenzó a maquinarse la idea por la cabeza de que quizás por fin había encontrado un motivo para sonreír nuevamente.

Miró por última vez al niño acostado que bajaba el osito, dejando descubierto de nuevo su rostro.

"Dicen que no es malo sonreír, menos si lo hacen personas afectadas negativamente por el destino, como nosotros dos" Dijo, él aun no sabía por todo lo que Jaejoong había pasado hasta llegar ahí, pero tenía seguro que no era bueno si estaba en el mismo lugar que él. El chico lo miró con una expresión indescifrable en su rostro, por primera vez, el que se veía más vulnerable esta vez, era Yunho.

Trató de dejar de pensar en ese tipo de cosas que solo lo hacían entristecerse al ver el repentino cambio de humor del niño, si quería ayudarlo no podía estar provocándole más tristezas innecesarias.

Caminó hasta llegar al frente del niño, en donde se encontraba su lugar en donde dormiría. 

Se acostó pensando en los recientes sucesos y no quería dormir, no quería soñar porque sabía que cada vez que su corazón se encontraba vulnerable volvía a soñar eso mismo, ese sueño que siempre lo perturbaba haciendo que recordara cosas que no quería recordar, que quería mantener escondidas dentro de su cabeza en algún rincón donde no pudieran salir nunca.

Acostado se daba vuelta para todos lados tratando de encontrar alguna posición cómoda, pero no lo lograba. Los cartones eran tan incómodos que hacían doler su cuello y lo más probable era que al día siguiente despertaría con un fuerte dolor por dejar su cabeza apoyada tan mal. Se alegró al acordarse que había dejado varias bolsas llenas de telas en el lugar donde estaba durmiendo Jaejoong, por lo que estaría durmiendo un poco mejor.

Se había rendido a poder encontrar una mejor posición en aquel lugar tan duro y liso así que se decidió a cerrar los ojos, iba a tratar de conciliar el sueño para mañana estar con energías cuando algo, o más bien alguien tocó de su brazo. Él se dio vuelta rápidamente en alerta dispuesto a darle algún puñetazo a cualquier desconocido con el que se encontrara 
pero al divisar la cara del niño su semblante se relajó.

"Oh, Jaejoong me has asustado ¿Qué sucede?" Preguntó, todavía calmándose así mismo.
Vio como el chico se arrodillaba a su lado estirando sus brazos, ofreciéndole con ellos a su osito de peluche. Yunho miró la escena sin comprender hasta que el chico viendo que él no agarraba el oso, lo colocó en el lugar donde Yunho apoyaba su cabeza para dormir. Iba a decir algo pero el niño se paró rápidamente sin dejar que el otro protestara o diera las gracias. Pudo comprender que el muchacho le estaba prestando su tan querido peluche para que él pudiera pasar una noche más cómoda, debe haber observado la molestia por la que pasaba.

No sabía cómo reaccionar ante tan muestra de bondad, esto solo confirmaba sus pensamientos ante el corazón inocente y noble que tenía el otro, era nuevamente un momento en el que Jaejoong le hacía experimentar situaciones diferentes a las que no estaba seguro como responder.

Con el pulso a mil agarró el peluche tan preciado del chico y lo miró.


"Gracias Jaejoong,  hoy me has hecho pasar el mejor cumpleaños" dijo al osito pretendiendo que al que le hablaba era el niño. Se acostó poniendo su cabeza encima del peluche, cerrando los ojos mientras sentía una pequeña gota descender de su ojo, pero no era una gota de tristeza, esta vez no.


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NOTA: ¡Gracias por sus comentarios anteriores! ¿Les está gustando la historia? Espero que sí y me dejen sus comentarios^^ 
nos leemos el proximo viernes :)

11 comentarios:

  1. creo q llorare a mares.. demasaido YY_YY ando sensible lo siento... pero el final boo dandole el osito y pensar q era el cumple de yun... en serio.. fue tierno~~ quiero q ambos sean felices!!

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  2. Este capitulo me dio mucha pena, la situación que ambos enfrentan es muy difícil u..u Aunque me pregunto el por que Jae esta en la calle !!
    Gracias por tan bonito fic !!

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  3. es muy trizte por todo lo q ha pasado yunho jae es como una pequeña luz q llego a su vida a pesar de las circunstancias en las q están ~~
    tengo mucha curiosidad de q le paso a jae >< gracias x compartir esta genial ^^

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  4. esta hermosa me encanta y yo también tengo la duda de que esta haciendo jae en ese lugar y por que no quiere hablar pero estoy segura que yunho lograra que jae le tenga mas confianza y termine hablando con el y contando le por todo lo que a pasado y por que a llegado a ese lugar para yunho a de ser una bendición que jae aya llegado a su vida así no estarán solos ninguno de ellos dos
    GRACIAS por el capitulo muy lindo hasta el viernes bye

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  5. Muy conmovedor pero muy triste... Espero que ellos pronto mejoren su situación. Los niños de las calles siempre dan mucho en que pensar...
    Espero por tu próxima actualización.
    Gracias.

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  6. Que tiernos. Jae todo bondadoso dandole su preciado osito. Y yunho pasando penurias para conseguir aquel pastel. Ma da tristeza por lo que estan pasando.esta es una dura realidad q sucede en todas partes.

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  7. que le habra pasado al pobre Jae para que no hable xq tipo de trauma severo que lo dejo sin habla y en la calle y Yunho pobre mi lindo chico ahora rie y se siente extraño x lo que experimenta y con Jae dandole lo mas presiado para el lo ha conmovido mas gracias x compartir pasa un Feliz año

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  8. En su precaria situación Yunho al último tuvo un mejor cumpleaños por el hecho que encontró a Jae y que este le ofreció a su osito su mayor tesoro de aJae. Muy triste fic hasta ahorita, espero su situación cambie, lo cual seguro será ya que Yunho prometio a Jae no robar más. Espero la gente no sea más cruel con ellos.
    Gracias...

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  9. A mi tambien se me escapo una lagrima........Es muy bonita la historia......Era el cumpleños de Yunnie...por eso el pastel....Cielos! Cuanta tristeza y sufrimiento pueden pasar unos niños.......
    Se esta formando una hermosa relacion entre ellos.....pero aun me pregunto que sera lo que le paso a Joongie? No habla, y no le gusta el contacto fisico....solo pienso en que alguien lo lastimo gravemente.......
    Ahora como le hara para la comida? Si ya no va a robar?....uff.....u.u

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  10. Tan triste pobresitos mis amores, que es lo que le habra pasado a Jae

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  11. Waa que bello, era el cumpleaños de yun e inconscientemente Jae le dejó un bonito regalo *-* Poco a poco Jae volverá a recobrar ña confianza y podrá hablar, que le habrá pasado para que quede con ese gran trauma ;;
    Gracias por compartir.

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